Josele Ballester hace historia al conquistar el US Open Amateur
El castellonense bate en la final al estadounidense Noah Kent y se convierte en el primer español en lograr el prestigioso título que levantaron leyendas como Tiger o Nicklaus.
Tiger Woods, Jack Nicklaus, Arnold Palmer o Bobby Jones son algunos de los legendarios nombres que aparecen en la lista de campeones del US Open Amateur, probablemente el torneo más prestigioso del mundo en lo que a aficionados se refiere. Y, desde este domingo, el nombre de Josele Ballester también aparece en la reservada nómina de ganadores. El castellonense se regaló en el día en el que cumple 21 años ser el primer español de la historia que conquista un evento que suma 124 ediciones, casi nada. Lo hizo al batir en la final (se juega en formato match play) al norteamericano Noah Kent por 2 arriba en el reputado campo de Hazeltine (Minnesota, Estados Unidos), hogar de cuatro majors masculinos y de la Ryder de 2016. Ballester, que empieza ahora su cuarto curso en Arizona State, escribe así una nueva página dorada en el libro de un golf español que amenaza con presentar una generación de oro, tanto masculina como femenina.
La presente edición del US Open Amateur, un torneo creado en 1895 y por el que han pasado los mejores aficionados de siempre, será recordada eternamente en España. Hasta este año, el techo de un español en el evento eran las semifinales en las que se quedó Sergio García en 1998. Y, desde Jon Rahm en 2015, ningún golfista de la Armada superaba la barrera de los cuartos de final. Para cortar la mala racha aparecieron Josele Ballester y Luis Masaveu, que protagonizaron una semifinal para la historia del golf en España en la que se llevó la palma el castellonense por 3&2.
Con su pase a la final, Ballester, 10º del ranking mundial amateur, se aseguró su presencia el año que viene en el Masters de Augusta y el US Open, y con su triunfo este domingo también logró el billete al British Open. Los jugará, eso sí, únicamente si mantiene su condición de amateur. Serán, por tanto, su segundo, tercer y cuarto major, respectivamente, pues ya disputó el British Open de 2023 (no pasó el corte por los pelos) tras proclamarse campeón de Europa. Y, un día después, logró el título más prestigioso que puede capturar un aficionado.
Ballester dominó a las mil maravillas el maratoniano US Open Amateur, un evento de fondo y desgaste. Casi 5.000 jugadores se inscribieron, y 311 de ellos comenzaron el pasado lunes dos jornadas de stroke play que determinaron los 64 que avanzarían a las eliminatorias. Y, tras superar cinco cruces directos, el castellonense formado en el Club de Golf del Mediterráneo, donde fue tutelado por Víctor García, padre de Sergio, se plantó este domingo en una interminable final de 36 hoyos.
A las 7:15 de la mañana en Chaska, donde se ubica Hazeltine, pegó el español su primer golpe del duelo por el título, con polo rojo de la Real Federación Española de Golf, pantalón amarillo y gorra de Arizona State, la célebre universidad en la que se formaron Jon Rahm, Carlota Ciganda, David Puig o Azahara Muñoz. En frente, el estadounidense Noah Kent, 560º mundial y de la universidad de Iowa, seguido por una legión de camisetas amarillas con el 22 de Caitlin Clark, la megaestrella del baloncesto que salió este verano de la misma institución.
A pesar de su bajo ranking, Kent imponía respeto por cómo venía jugando. Un pegador nato, en las cinco eliminatorias que había disputado esta semana tan solo fue por debajo en el marcador durante cinco hoyos. Pero ante Josele la cosa cambió, y el castellonense tomó las riendas del partido a las primeras de cambio. Birdie al 2 para ganarlo, par en un hoyo 3 que se apuntó por el bogey de su rival, y birdie al 4 para ponerse tres arriba. Inmejorable comienzo, toda una declaración de intenciones. Desde entonces, Ballester únicamente vio a Kent por el retrovisor.
Fueron intercambiándose hoyos, pero siempre con una ventaja cómoda para el español, que acabó los primeros 18 cuatro arriba. Embocando desde fuera de green, acertado y largo con el driver, efectivo en las numerosas recuperaciones que tuvo que hacer, frío con el put... Son muchas las cosas que Josele hizo bien. “¡Vamos!”, resonaba tras cada acierto de Ballester, que sacando el puño se hacía grande ante el empuje de la afición estadounidense por su jugador.
Intentó la reacción Noah en el inicio de la segunda mitad de final, y ganando el hoyo 25 llegó a colocarse dos por detrás. No le tembló el pulso a Ballester, que se echó al bolsillo el 28 y 29 para recuperar una amplia renta. El duelo por el título se convirtió en una batalla por ver quién fallaba menos, los nervios eran palpables con todo lo que había en juego y los errores iban aumentando. Ahí dio la sensación de que dominaba Josele, que sobrevivió a numerosas visitas a la arena y al denso rough de Hazeltine, un campo que se nota que está hecho para grandes citas. Pero ganar un torneo con 124 ediciones de historia no es sencillo, y si no que se lo digan a Ballester.
Kent ganó el 31 y 32 para ponerse a dos hoyos, y en el 34 el español se hizo un lío desde la hierba alta. Bogey que colocó a su rival a un solo hoyo con dos por jugarse. Tocaba rebajar las pulsaciones, y eso hizo el castellonense. Gran hierro en el 35 para asegurarse el par, y la final se tuvo que ir al hoyo 36, el último de un encuentro que podría haberse resuelto antes de tiempo. Con frialdad, Josele mandó su salida a la calle mientras que Kent se fue a un búnker. Lo intentó a la desesperada el de Florida, pero Ballester ya lo tenía en el bolsillo.
El último de una saga de campeones
Campeón del US Open Amateur, palabras mayores. Historia del golf español, el primero que lo consigue, tanto en su categoría masculina como femenina (Azahara Muñoz fue subcampeona en 2008). Rompió a llorar de emoción Josele cuando se fundió en un abrazo con su caddie. “Han sido lágrimas de liberación, de soltarlo todo. Llevaba una temporada un poco complicada a nivel personal por temas familiares. Volví a Estados Unidos sin estar muy a gusto con mi vida, eso reconociendo que soy un privilegiado. Me he acordado de mis padres, mi madre es la primera que me ha venido a la cabeza”, dijo después en rueda de prensa ante medios españoles, AS entre ellos. Y las lágrimas se convirtieron en una sonrisa de oreja a oreja cuando levantó el trofeo que ha estado en manos de leyendas como Tiger o Nicklaus. Resonó el último “¡vamos!” del español, esta vez de alivio por la victoria que se regaló en el día en el que sopló 21 velas. “Todavía no soy consciente de lo que ha pasado, necesitaré un par de semanas para darme cuenta. Quiero decirle a mi madre que esto es para mi madre, hace 21 años salí de ella y aquí estoy ahora, no puede haber un regalo mejor, todos mis sueños como niño se han hecho realidad hoy. Estoy superagradecido”, reconoció.
Su madre a la que se lo dedica, por cierto, es Sonia Barrio, integrante del equipo español de hockey hierba que capturó el oro en Barcelona 1992. Y el padre de Josele es José Luis Ballester Rubert, tres veces olímpico y 24 veces campeón de España de natación, rey de la mariposa nacional en los 90. Ahora, el hijo es el último de una familia exitosa en el deporte. Y hay que apuntar con fuerza el nombre de Josele Ballester, un jugador llamado a hacer mucho ruido en el golf profesional en un futuro no muy lejano. En el amateur ya lo está haciendo, y de qué manera.
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