Final cruel para Quintero: fuera de las medallas por 0,1 puntos

0,1 puntos. Fue la distancia que separó a Damián Quintero de la repesca por el bronce en los Mundiales de El Cairo (Egipto), el último baile en la carrera profesional del karateca que, junto a Sandra Sánchez, contribuyó a elevar este arte marcial en España hasta cotas que nunca antes había conocido. Una trayectoria plagada de éxitos en todos los grandes escenarios del kata, la versión sin contacto de la que hizo su especialidad, que tocó a su fin con una derrota en cuartos de final ante el estadounidense Ariel Torres, bronce olímpico en 2021. Podría haberla prolongado una victoria del propio Torres en semifinales ante el italiano Alessio Ghinami, la que habría dado acceso a Quintero a la repesca por el bronce. Estuvo cerca, pero se quedó a una décima de igualar los 43,4 puntos que marcó su rival.

Un final cruel que no opaca el rosario de conquistas alcanzadas por Quintero a lo largo de más de 20 años de carrera, los que le han situado a ojos de la Federación Internacional, que le distinguió con ese honor, como el mejor karateca de todos los tiempos. Lo deja con más de 130 medallas internacionales, entre las que destacan las 24 conseguidas en Europeos (13 de oro), las siete mundialistas (campeón en 2014 y 2023) y la plata en los Juegos de Tokio 2020 (celebrados en 2021 por la pandemia), esta última con el Budokan, el gran templo del kárate, como escenario. Además tiene dos platas en Juegos Europeos y tres oros en Juegos Mundiales, que en un deporte como este, sistemáticamente obviado por el Comité Olímpico Internacional, que solo le dio entrada en el programa en Tokio por sus fuertes lazos con la sede, tienen un valor mayor que en otros.

Ya con 41 años, la mitad entregados al tatami, el pasado octubre anunció su retirada en una emotiva carta publicada en sus redes sociales. Este sábado, poco después de su última actuación, publicó un nuevo texto. “Llegó la hora. Hoy tuvimos nuestro último baile. Han sido muchos años de trabajo, de sacrificios... Toda una vida dedicada a mi pasión. Me vienen muchos recuerdos imposibles de olvidar y mucha gente a la que agradecer. El camino ha sido tan largo que sería imposible mencionaros a todos, pero no puedo dejar de lado a mis padres, a mi mujer y a mi equipo. Cada uno desde su lado ha hecho que en los momentos difíciles tuviese el apoyo que necesitaba; y en los buenos nunca faltaban para celebrarlo. Gracias de corazón. No quería decir adiós hoy, pero por desgracia en nuestro deporte no todo está en nuestra mano. Dije que no me iría arrastrándome por los tatamis, y aunque me voy sin medalla de mi último campeonato, lo hago con la dignidad intacta y mi último kata como siempre lo imaginé, dejándome el alma y con sensación de haber sido el ganador. Seguiré luchando, ahora fuera del tatami, para que nuestro deporte reciba el respeto que merece. Ha sido un viaje maravilloso”, reza. Barruntaba la idea desde finales de 2024, cuando aseguró a este diario que necesitaba “tiempo” para poner en marcha otros proyectos vitales. Su media naranja en esta explosión internacional del kárate español, Sandra Sánchez, llevaba ya dos años retirada.

Quintero había emprendido ya nuevos caminos antes de estos Mundiales. Participó en la edición de este año de Supervivientes y alimenta constantemente unas redes sociales con más de 700.000 seguidores, en las que mezcla píldoras de su vida personal con el día a día de un deportista de élite. Pero hacía falta un broche a la altura de su currículum, y ese pasaba por estar en El Cairo esta semana. La fase de grupos la saldó con dos victorias, ante el marroquí Tijani (39,80 con el kata 'Pachu por los 37,90 de su rival con Usu’) y el surcoreano Hwang Taeyeon (39,60 con ‘Paiku’ por los 37,40 de su contrincante con ‘Gojushiho sho’), y una derrota ante el turco Enes Ozdemir. Ya en octavos, superó al taiwanés Chen Chao-Ching. Ambos interpretaron ‘Anan dai’ y Quintero alcanzó los 40,70 puntos, por 38,70 de su rival.

A un paso más de meterse en la lucha por las medallas, apareció Torres, que ejecutó su versión del ‘Anan dai’ y fue recompensado con 42,4 puntos, por los 41,3 que recibió el ‘Ohan dai’ de Quintero. Fue el principio del fin de una carrera legendaria, certificado apenas dos horas después con la citada derrota del estadounidense en semifinales. Lo deja uno de los grandes de la historia deportiva de este país, y solo queda decirle arigato, gracias.

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