El resumen de la jornada en la NFL: las mil vidas de los Chiefs
Los vigentes campeones se siguen salvando y los Ravens salen del bache. Bengals y 49ers entran en crisis, mientras que Josh Allen está en modo MVP y Daniels brilla.
Se dice que la primera semana de temporada regular de la NFL da paso al overreaction Monday, un día en el que todo se exagera, para bien o para mal, y en el que se acostumbra a hacer conclusiones muy precipitadas. Sin embargo, la liga estadounidense de fútbol americano ya ha dejado atrás su tercera jornada, y lo visto hasta entonces es ya un buen campo de pruebas de lo que hay. Por ejemplo, que los Kansas City Chiefs siguen teniendo un aura de invencibilidad, que los Minnesota Vikings y los Pittsburgh Steelers son la gran sorpresa de lo que va de curso, o que los San Francisco 49ers y, sobre todo, los Cincinnati Bengals están hasta el cuello de problemas.
¿Qué hace falta para ganar a los Chiefs? Esa es la pregunta que seguramente ronda la cabeza de todas las franquicias de la liga. Los vigentes campeones, en busca de ser los primeros de la historia que ganan tres Super Bowl seguidas, dan la sensación de tener mil y una vidas. Sufren, pero siempre aguantan y acaban con el triunfo en el bolsillo. Pasó en la primera semana, cuando ganaron a los Ravens gracias a que Likely se salió del campo por centímetros, también sucedió en la segunda jornada, en la que batieron a los Bengals tras un regalo de la defensa de Cincinnati en forma de penalización, y en este tercer fin de semana también se apuntaron la victoria con sufrimiento. Los de Mahomes y compañía se impusieron a los Atlanta Falcons (17-22) en un partido no muy brillante (llama la atención lo desaparecido que está Travis Kelce), e incluso Kirk Cousins tuvo la última posesión en sus manos para certificar la sorpresa, la cual no llegó con polémica, porque los árbitros bien podían haber señalizado interferencia.
Inevitables, invencibles, los de Kansas City marchan con un inmaculado récord de 3-0, el mismo que ostentan otras cuatro franquicias. Es el caso de los Buffalo Bills, que en estas semanas han contado con el que, seguramente, es por el momento el MVP de la liga, un Josh Allen estelar. En la madrugada del lunes al martes, el quarterback dominó con cuatro pases de touchdown para pasar por encima (47-10) de unos Jacksonville Jaguars que no levantan cabeza, y es que ya van ocho derrotas seguidas en partidos que comienza Trevor Lawrence. Los Bills se están confirmando como uno de los grandes aspirantes a todo este año, sin echar en absoluto de menos a Stefon Diggs. A pesar de contar con armas de menor renombre, Allen está más a gusto que nunca.
No sorprende mucho ver a Chiefs y Bills invictos, pero sí que lo hace ver a los otros tres equipos que no conocen la derrota. Los Seattle Seahawks dominan con puño de hierro la NFC Oeste después de aprovecharse de las profundas carencias de los Miami Dolphins (24-3), totalmente huérfanos sin Tua Tagovailoa y con un ataque que ha pasado de ser el mejor de la NFL el año pasado a sumar tan solo 33 puntos en sus dos derrotas y una victoria. Skylar Thompson lo pasó realmente mal haciendo las labores de quarterback de los de Florida, e incluso acabó abandonando el encuentro lesionado, fruto de una línea ofensiva que protege más bien poco. Muchas menos grietas presentan los Seahawks, que con un gran Geno Smith y una tremendamente sólida defensa (además de un calendario muy cómodo hasta el momento) marchan 3-0.
También lo hacen con ese registro las dos grandes sorpresas de estas tres primeras semanas: los Minnesota Vikings dieron la sensación de que se les acababa la temporada antes incluso de empezarla por la lesión de J.J. McCarthy, pero en Sam Darnold han encontrado a un quarterback que está jugando a nivel élite. Los de morado, que ya dieron un golpe sobre la mesa al ganar a los 49ers, hicieron lo propio el domingo al superar a los Houston Texans (34-7) en una actuación dominante tanto de la defensa como del ataque, en el que Darnold hizo casi lo que quiso para sumar cuatro touchdowns. Y tampoco se contaba de sobremanera con los Pittsburgh Steelers, que, fieles al estilo Mike Tomlin y con una defensa que solo ha permitido 26 puntos en contra, caminan con 3-0 después de batir a Los Angeles Chargers por 20-10. Mayor sorpresa incluso puede ser que Justin Fields esté funcionando muy bien en la posición de quarterback después de su gris etapa en Chicago.
Hundimiento en Cincinnati y San Francisco
Esas son las alegrías y las buenas noticias, pero, como en cualquier deporte, hay equipos que no gozan de ellas. El caso más llamativo es el de los Cincinnati Bengals, 0-3 en este inicio de temporada y luchando desde ya contra la estadística, porque, desde que las campañas son de 17 partidos, ningún equipo que ha empezado perdiendo sus tres primeros duelos ha llegado a los playoffs. Los últimos en hacerlo fueron los Texans en 2018, cuando se jugaban 16 encuentros, y nunca nadie que ha empezado 0-3 ha alcanzado la Super Bowl. Se tambalea el proyecto de Joe Burrow y compañía después de caer ante los Washington Commanders (33-38) en un partido histórico, pues fue el primero en la era Super Bowl, y en general desde que se tienen registros (1940), en el que no se vio ni un solo punt y ni una sola pérdida de balón. Dominio de los ataques en el que prevaleció un tremendo Jayden Daniels, el quarterback rookie de los de la capital que tuvo su primera gran noche en la NFL: 21/23 pases acertados (récord de un novato en la liga), 254 yardas y tres touchdown en total.ç
Tampoco tiran cohetes en San Francisco, porque los problemas de los 49ers no hacen más que crecer. Los vigentes subcampeones ya no solo sufren con las lesiones (Christian McCaffrey ha visitado a un especialista en Alemania para tratar su problema en el Aquiles, Deebo Samuel y George Kittle tampoco jugaron el domingo, y ahora Javon Hargrave está fuera para toda la temporada), sino que en el césped se ve a un equipo muy frágil. Y no por culpa de Brock Purdy, que hizo todo lo posible para evitar la derrota de los suyos frente a Los Angeles Rams (27-24), pero una muy mala línea ofensiva, una defensa que no frena como lo hacía en años pretéritos, un Brandon Aiyuk que no responde a su rol de receptor líder tras su renovación multimillonaria y las manos de un Ronnie Bell que dejó escapar el que hubiese sido el balón de la victoria fueron las claves de otro trompazo de los 49ers. Purdy, que hizo 22/30, 292 yardas y tres touchdown, tuvo como único socio fiable a Jauan Jennings, 175 yardas y los tres touchdown, pero no fue suficiente para los de San Francisco, que con un balance de 1-2 tienen mucho que mejorar antes de que empiece a ser tarde.
De la quema se escaparon, de momento, los Baltimore Ravens, que viajaron a Arlington con la necesidad imperiosa de sumar una victoria y la lograron al batir a los Dallas Cowboys (25-28), dejando a ambos con un récord de 1-2 con el que no contaban empezar la temporada. Los Ravens cimentaron su triunfo, como no puede ser de otra manera en este curso, en el imparable Derrick Henry, pletórico con 151 yardas de carrera y dos touchdown, muy bien acompañado por un Lamar Jackson que apenas intentó 15 pases y que igualmente hizo daño con sus 87 yardas de carrera. Cogen aire los Ravens, disponen de menos los Cowboys, siempre muy exigidos por su dueño Jerry Jones y a los que no les bastó con las 379 yardas de pase de Dak Prescott (eso sí, con un 28/51 de acierto). Similar significado tuvo la victoria de los Philadelphia Eagles sobre los New Orleans Saints (12-15), que llegaban siendo la gran sorpresa de la temporada pero que fueron muy bien frenados por la defensa de los de Philly, sustentados luego por Saquon Barkley (147 yardas de carrera y dos touchdown) y que, con 2-1, tienen todavía pendiente encontrar la mejor versión de Jalen Hurts.
No obtuvieron ningún tipo de respiro los Cleveland Browns, que renunciaron al juego de carrera y lo pagaron caro al caer ante los New York Giants (15-21), que llegaban desahuciados y que, sin contar con ello, obtuvieron su primera derrota de la temporada para, ya de paso, generar muchísimas dudas en torno a Deshaun Watson. Tampoco hay campanas al vuelo en los Chicago Bears, equipo en el que la pompa de ilusión se está viniendo abajo después de una nueva derrota, esta vez ante los Indianapolis Colts (21-16) en un partido en el que, al menos, Caleb Williams sumó sus dos primeros touchdown como profesional (además de dos intercepciones y 363 yardas de pase). En los Colts no funcionó Anthony Richardson (10/20 y dos intercepciones), pero rejuveneció Jonathan Taylor para anotarse 110 yardas de carrera y dos touchdown.
No solo los Giants, los Ravens o los Colts sumaron su primer y necesario triunfo del año. Los Denver Broncos, con un más que correcto Bo Nix, dieron una de las campanadas de la jornada al ganar en su visita a los Tampa Bay Buccaneers (7-26), y los Carolina Panthers, en la primera titularidad de Andy Dalton en detrimento de Bryce Young, arrollaron a Las Vegas Raiders (22-36), que venían de ganar a todo unos Ravens. Además, los Detroit Lions, a pesar de un ataque algo por debajo de las expectativas, superaron a los Arizona Cardinals (13-20), y los Green Bay Packers resistieron con Malik Willis (Jordan Love podría regresar la próxima semana) en su regreso a Nashville, donde se encargó de liderar la victoria ante los Tennessee Titans (14-30). Los resultados de la jornada son completados por el arrollador triunfo de los New York Jets sobre los New England Patriots (24-3) el pasado jueves. Las conclusiones, poco a poco, se van sacando.
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