El regalo de Reyes es la cumbre de Txikon en el Manaslu invernal
Aprovechó una ventana de buen tiempo para alcanzar la cima. Ha sido una expedición rápida combatiendo el frio y el viento huracanado
A la tercera ha ido la vencida. Alex Txikon (Lemona, 41 años) ha logrado hollar la cima del Manaslu (8.163 metros de altura sobre el nivel del mar) por primera vez en la historia en una expedición puramente invernal. El cambio de estrategia, el haber tenido un mes de aclimatación para poder atacar la cumbre según tuviera la primera oportunidad y la ventana de buen tiempo que se les ha presentado han sido clave para poder lograr el objetivo. “Estamos muy cansados pero tremendamente emocionados. Ahora toca bajar poco a poco y llegar todos sanos y salvos. En ese momento será cuando consigamos la verdadera cima”, ha explicado en su descenso el montañero vasco.
El equipo liderado por Alex Txikon enfocó de manera diferente el reto de este año. La experiencia aprendida durante los dos primeros intentos los llevó a decidir que tenían que estar preparados para la primera oportunidad que se les presentara. Es por esto por lo que Alex Txikon ha estado inmerso en otros proyectos en el Himalaya que le han ayudado en esa primera fase de aclimatación. Llegó al Campamento Base del Manaslu el 26 de diciembre y lo hizo preparado, esperando su oportunidad. De hecho, participó en un trekking al campo base del Makalu y otro al Everest con la organización SOS Himalaya. En Phakding coincidió con Pasang Temba, el sherpa que acompañó a Martín Zabaleta a la cumbre del Everest-80. De hecho, le acompañó al otorrino en Katmandú cuando se percató de que apenas oía. Se lo llevó también al campo base del Manaslu.
Establecieron el Campamento Base a unos 5.000 metros de altitud. Miraron las previsiones meteorológicas y comprobaron que los últimos días del año el viento arreciaría con fuerza, pero que poco a poco el tiempo comenzaría a estabilizarse. “Esta es la oportunidad que esperábamos”, anunció un Txikon preparado para el reto. Se echaron la mochila a la espalda el 4 de enero, cogieron el material necesario y subieron directamente hasta el C2, a unos 6.400 metros. “Hemos hecho cerca de 1.500 metros de desnivel. La ruta ha sido durísima por el viento y por todo el material que traíamos”, destacaba el alpinista vasco.
Descansaron en el C2 y rápidamente ascendieron al C3 (justo por debajo de los 7.000 metros) el 5 de enero. Pasaron la noche allí, pensando en la estrategia a seguir. “Tenemos que aprovechar esta ventana. El tiempo es favorable y puede ser nuestra oportunidad. Mañana de madrugada salimos a intentar la cima. A ver qué nos encontramos”, explicaba antes de intentar la proeza. Y el 6 de enero los Reyes Magos le trajeron el mejor regalo posible: buen tiempo y la oportunidad que había esperado desde hace 3 años. Junto a Pasang Nurbu Sherpa, Chhapel Sherpa, Gelu Sherpa, Maila Sherpa, Mantere Lama Sherpa y Gamje Babu Sherpa, sus compañeros de cordada, atacó la cumbre y escribieron la historia con letras de oro. A las 9:30 (hora local) consiguieron ascender la octava montaña más alta del mundo, sin ayuda de oxígeno artificial y en pleno invierno. Una hazaña jamás antes conseguida.
En 1984, un equipo polaco dirigido por Korniszewski ascendió por la ruta del Tirol. La cumbre fue en la estación invernal, pero la expedición no transcurrió íntegramente en esa etapa del año. Fue cumbre de invierno, pero la labor de montaje de campos de altura, por ejemplo, tuvo lugar en otoño. Txikon y sus sherpas están descendiendo ahora mismo rumbo al Campo Base avanzado, pero va recogiendo material de altura. No va a dejar tiendas ni enseres en ninguno de los campamentos porque tienen mucho valor y por conciencia ecológica. Lo normal es que mande un mensaje vía WhatsApp, como acostumbra, en cuatro idiomas: español, euskera, italiano e inglés. Mañana, una vez ya en el Base, atenderá a las llamadas con el teléfono satelital que tiene allí.