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El golf tendrá nueva (y criticada) bola a partir de 2028

La R&A y la USGA, reguladores de este deporte, anuncian oficialmente la nueva medida para atajar el aumento de las distancias a nivel profesional y amateur.

El golf tendrá nueva (y criticada) bola a partir de 2028
MIKE EHRMANNAFP

Es oficial. La United States Golf Association (USGA) y la Royal & Ancient británica (R&A), entidades reguladoras del golf a nivel mundial, anunciaron este miércoles su medida para atajar lo que consideran un aumento inadmisible de las distancias que se hacen ahora mismo en este deporte. Se trata de un nuevo tipo de bola, que se implementará tanto a nivel profesional (en enero de 2028) como amateur (enero de 2030, evitando así que ambas dimensiones se bifurquen por primera vez en la historia, lo que echaría a perder uno de los atractivos de esta disciplina, que es la posibilidad de jugar con el mismo equipamiento que los mejores.

La nueva regulación, que lleva unos tres años en periodo de escrutinio por parte de los actores implicados (USGA y R&A, circuitos, jugadores y fabricantes), trata de “proteger el juego a largo plazo” en palabras de Mike Whan, CEO de la USGA. “Hacer nada no era una opción”, añadió el directivo, parafraseando a su colega en la R&A, Martin Slumbers, hace unos días en una entrevista para Golf Digest.

La preocupación de dichos organismos en este asunto era que los avances tecnológicos y en la capacidad atlética de los golfistas van dejando progresivamente obsoletos muchos campos, que necesitan reformas costosas en dinero y otros recursos para mantenerse dentro de la rueda de los torneos de élite. Y eso cuando tienen la capacidad económica y el terreno disponible para acometerlas, como el caso de Augusta, que ha alargado varios de sus hoyos con el paso de los años. Otros con menos poder adquisitivo han dejado de ser utilizados en los grandes circuitos.

Dicho aumento de distancias está cifrado en 8,9 yardas (unos 8 metros) desde 2011, a un ritmo de 0,8 por año, y en cerca de dos millas por hora el de la velocidad de swing. La media de yardas desde el tee en el PGA alcanzó en 2022 las 299,8 (273 metros), más que nunca antes, y la de velocidad de swing se situó en 114,7 millas (184,5 kilómetros) por hora, unas dos más que hace 12 años, aunque el ritmo al que las distancias se han ido incrementando desde entonces, 0,8 yardas al año, contrasta con el periodo 1994-2003, en el que se ganaron 2,6 por temporada. Con la nueva normativa, se perderían entre 9 y 11 yardas (entre 8 y 10 metros) a nivel PGA/DP World Tour, de 5 a 7 (de 4,5 a 6,5) a nivel LPGA/LET, los circuitos femeninos, y 5 (4,5) o menos en el campo aficionado, en el que la pérdida se circunscribirá principalmente al driver.

Todos los modelos de bola que soliciten aprobación de la USGA desde octubre de 2027 se someterán a tests diseñados en función de los nuevos parámetros. Obviamente no se obligará a los golfistas de a pie a adoptarlos, pero ya no se comercializarán nuevas remesas del formato antiguo a partir de esa fecha. Según la USGA, aproximadamente un tercio de los modelos ya existentes cumplirían con los estándares que se establecerán entonces.

La decisión de no bifurcar niveles, explicó Whan, responde a los comentarios recibidos de distintos sectores de la industria abogando por la unidad: “Nos han subrayado la importancia de mantener una normativa y unos estándares de equipamiento únicos”. También anunció que su cruzada contra el aumento de las distancias no termina aquí. Próximamente se someterá a escrutinio la tolerancia al error de los drivers, los palos más poderosos de la bolsa de un jugador.

Arrecian las críticas

La nueva bola no ha tenido un gran recibimiento exactamente. Son muchos los jugadores del circuito que han renegado de ella. Uno de los más explícitos, Keegan Bradley, campeón del PGA en 2011, que la tildó de “monstruosidad”. Pero lo cierto es que la USGA y la R&A tienen el apoyo, total o parcial, de dos voces con mucho ascendente sobre sus compañeros: la de Rory McIlroy, que cree que el asunto no es para tanto, y la de Tiger Woods, que la semana pasada, durante su rueda de prensa previa al Hero World Challenge, no censuró la decisión, aunque sí aseguró que él siempre ha apostado “por una bifurcación” que al final no se ha dado.

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