El entrenador de los Commanders ya es fan de los Madrid Bravos

Son las 10:30 y la sala de prensa de Valdebebas burbujea. Es la expectación por la primera comparecencia ante los medios de los Washington Commanders, uno de los dos equipos que el domingo (15:30 de la España peninsular, Cuatro y Dazn) protagonizará una jornada histórica, el primer partido de la NFL en tierras españolas.

Se hace el silencio de repente. Entra en la sala de prensa Dan Quinn, el entrenador en jefe de los Commanders. Es una mole de 1,91 y más de 100 kilos. De no ser por la blanca barba, podría pasar por un deffensive end. Viste una camiseta de los Madrid Bravos, franquicia española de la ELF de la que se declara “un gran fan” a partir de ahora. Tiene su intrahistoria. Tras un largo viaje, el martes los jugadores hicieron estiramientos y activación para quitarse el óxido en el Centro de Tecnificación Ruster en El Cantizal de Las Rozas, y por ello Quinn quiso agradecerlo luciendo con orgullo la camiseta de los madrileños.

“Ha habido una hora de gente dedicada a hacer esto posible”, arranca agradecido un hombre que despuntó cuando convirtió a Seattle en una de las defensas más temidas de la liga entre 2013 y 2014, para después llevar a los Atlanta Falcons, ya como técnico principal, a la Super Bowl de 2017. Desde 2024 en los Commanders, el año pasado les llevó hasta la final de la NFC, aunque esta temporada la situación ha dado un vuelco, y marchan terceros en la NFC Este con un récord de 3 victorias y 7 derrotas, las últimas 5 consecutivas. Un curriculum notable en el que a partir de ahora, en el capítulo de aficiones, figurarán los Madrid Bravos.

“Creo que nuestro problema es de ejecución. Es en lo que estamos trabajando mucho. Tener tiempo juntos en este viaje nos viene bien para eso. Queremos mejorar eso. También intentamos mejorar la comunicación entre los jugadores, que sea fluida y rápida. El tiempo juntos marca la diferencia. Ver vídeos de los partidos juntos, juntarnos como grupo. A veces la reunión aparentemente más insignificante es la que marca la diferencia”, analizó los problemas que atraviesa el grupo Quinn, que no podrá contar con Daron Payne, uno de los hombres clave de su defensa, sancionado durante un partido por lanzarle un puñetazo al receptor de los Lions Amon-Ra St. Brown durante una trifulca en la jornada anterior.

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