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El drama de Tua Tagovailoa con las conmociones: “Debería retirarse”

El quarterback de los Miami Dolphins sufrió su tercera conmoción cerebral en los últimos 24 meses y estará, como mínimo, cuatro semanas apartado de la competición.

MIAMI GARDENS, FLORIDA - SEPTEMBER 12: Tua Tagovailoa #1 of the Miami Dolphins lays on the ground after colliding with Damar Hamlin #3 of the Buffalo Bills during the third quarter in the game at Hard Rock Stadium on September 12, 2024 in Miami Gardens, Florida.   Megan Briggs/Getty Images/AFP (Photo by Megan Briggs / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)
MEGAN BRIGGSAFP

El partido que Miami Dolphins y Buffalo Bills disputaron el pasado jueves dejó una imagen estremecedora. Superado el ecuador del tercer cuarto, el quarterback de los locales, Tua Tagovailoa, corrió con el balón para conseguir el primer down y, en lugar de echarse al suelo, buscó el contacto contra un defensor rival, Damar Hamlin, con el que chocó bruscamente. Lo siguiente que se pudo ver fue a Tagovailoa tendido en el suelo, desorientado y con las manos en una posición antinatural. Sus compañeros se preocuparon de inmediato, y lo que pasaba era evidente: el de los Dolphins había sufrido una fuerte conmoción cerebral. Tras unos eternos minutos en los que el hawaiano fue atendido sobre el césped del Hard Rock Stadium, Tua abandonó el campo por su propio pie, aunque ya no volvió a jugar aquel partido que su equipo perdió.

La relación entre Tagovailoa y las conmociones cerebrales (o concussions en inglés) no es, desafortunadamente, algo nuevo. La del pasado jueves es la tercera diagnosticada que sufre el quarterback de 26 años desde que es profesional de la NFL, todas ellas además en los últimos 24 meses. En la temporada 2022, el de los Dolphins ya ocupó un sinfín de titulares por el mismo asunto, y es que sufrió dos conmociones cerebrales en dos semanas consecutivas, obligando a la liga estadounidense de fútbol americano a endurecer sus protocolos cuando un jugador sufre una lesión así. Ahora, hay quien opina que un tercer daño de esta dimensión en tan corto periodo de tiempo es demasiado para cualquiera, y el debate en Estados Unidos durante estos días es si Tua debería retirarse o no. Por lo pronto, los Dolphins han colocado a su quarterback en la IR (lista de lesionados), lo que significa que, como mínimo, se perderá cuatro partidos.

“Voy a ser honesto: yo me retiraría. No vale la pena. No merece la pena seguir jugando. No he visto nada como lo que le ha pasado a él tres veces. Es aterrador. Se pudo ver enseguida la cara de los jugadores en el campo, la sensación de urgencia de todo el mundo para ayudar a Tua. Creo que, en este punto, él no va a jugar al fútbol americano toda su vida. Que vaya a cuidar de su familia”, opinó Antonio Pierce, exjugador y actual entrenador de Las Vegas Raiders, sobre el caso del hawaiano. “Ya está. La NFL tiene que hacer lo correcto. Tua ha tenido demasiadas conmociones y necesita retirarse para cuidar su salud”, aseguró el exreceptor Dez Bryant, que junto con la de Pierce son únicamente dos de las muchas opiniones en Estados Unidos que se inclinan hacia la retirada del quarterback. Para la NFL, las conmociones cerebrales no son una lesión cualquiera, y es que el historial de jugadores retirados con CTE (encefalopatía traumática crónica) es muy numeroso precisamente por los golpes en la cabeza que recibieron durante su carrera deportiva.

Nada más impactar su casco contra el pecho de Hamlin, Tua ingresó por el estricto protocolo de conmociones cerebrales, por el cual no se permite a un jugador volver a competir hasta que no haya superado una serie de pruebas demostrando que no sufre ningún tipo de problema. “Cada jugador y cada conmoción cerebral es única. Por ello, no hay un plazo establecido para volver a jugar o para avanzar a través de los pasos del programa de esfuerzo progresivo que se detalla a continuación. El tiempo de recuperación variará de un jugador a otro”, indica la NFL en el comienzo de su protocolo de conmociones. La situación de Tagovailoa es la más extrema que afronta la liga en la actualidad, y es que una tercera lesión así en los últimos dos años puede poner en riesgo su salud a largo plazo.

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“Existe un riesgo significativo y sustancial de que este individuo pudiera sufrir un daño cerebral catastrófico y permanente. Entonces, ¿por qué lo volvería a poner a jugar? Si yo fuera un miembro de su familia, le rogaría que se retirara”, comentó Bennet Omalu, conocido por descubrir la CTE y su relación con la NFL (su historia inspiró la película ‘La verdad duele’). No es la primera vez que Omalu le hace esta petición a Tua, y es que el médico opinó lo mismo hace dos años, cuando Tagovailoa sufrió dos conmociones en muy pocos días. “Si quieres tu vida, si amas a tu familia, amas a tus hijos, es hora de alejarte del fútbol valientemente. Deja de jugar. Detente. Cuelga el casco y aléjate. Veinte mil millones de dólares no valen más que tu cerebro”, dijo por aquel entonces.

En abril de 2023, de hecho, el jugador formado en la universidad de Alabama (donde sufrió otra conmoción cerebral en 2019, su última temporada universitaria, además de numerosos problemas en su cadera) confesó haber discutido con su familia si debía retirarse tras las dos primeras lesiones cerebrales que sufrió. El quarterback decidió continuar, y este pasado verano firmó una extensión de contrato con los Miami Dolphins por valor de 212,4 millones de dólares (unos 190 millones de euros) a lo largo de cuatro años, con 167 de esos millones siendo garantizados.

Tras esta tercera conmoción, las primeras informaciones que llegan desde Estados Unidos apuntan a que Tagovailoa tiene decidido no retirarse, aunque existe la posibilidad de que los médicos nunca le den el visto bueno para volver a jugar. “Su objetivo es volver al campo cuando esté listo”, informó Ian Rapoport. Tua ya está visitando a lo largo de esta semana a diversos neurólogos y especialistas en el campo de las conmociones cerebrales, y desde los Miami Dolphins, que han fichado a Tyler Huntley para hacer las labores de quarterback, no está recibiendo ninguna prisa por volver. “Todo esto va a ser llevado por expertos médicos. Él se encuentra bien, pero ¿qué significa eso en un diagnóstico médico? No baso mis juicios en mis interacciones con él necesariamente, sino en los resultados finales del examen médico. Tiene que ser Tua quien hable de su carrera. En lo que a mí respecta, sólo me preocupa el ser humano. Dejaré que Tua sea el campeón de su propia carrera y hable de ello”, comentó Mike McDaniel, entrenador de la franquicia de Florida.

McDaniel besa a Tagovailoa después de su última conmoción.
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McDaniel besa a Tagovailoa después de su última conmoción.MEGAN BRIGGSAFP

Tagovailoa no sería el primer jugador de fútbol americano que se retira por las concussions, aunque su caso sí que es el que más portadas ha ocupado. Luke Kuechly, uno de los mejores linebackers de la pasada década, sorprendió en 2020 al anunciar su adiós a la NFL con apenas 28 años, y es que el ex de los Carolina Panthers había sufrido tres conmociones cerebrales en tres años, y desde entonces es una de las voces más activas a la hora de concienciar sobre los problemas que pueden causar estos golpes en la cabeza. “Me retiro debido a demasiadas conmociones. Ya no es seguro para mí el seguir jugando”, explicó Kylie Fitts en 2022 al anunciar su retirada con 27 años.

La liga, mientras tanto, continúa avanzando a la hora de hacer todo lo posible por proteger a los jugadores. Esta temporada es la primera de la historia en la que, quien lo desee, puede usar en los partidos el tipo de casco llamado Guardian Caps, que es aquel que, sobre la coraza del casco, tiene un recubrimiento blando que actúa como amortiguación a la hora de recibir duros golpes en la cabeza. Estos cascos, habituales en los entrenamientos, han logrado reducir un 50% las conmociones cerebrales durante las prácticas. “Soy un golpeador, así que ¿por qué no tener toda la protección que pueda tener? Mientras no me impida o me ralentice, no veo por qué no usarlo”, explicó Jabrill Peppers, defensor de los New England Patriots y uno de los primeros en jugar un partido con este casco.

El ‘caso Tua’ ha demostrado la creciente preocupación que hay en el mundo del fútbol americano hacia las lesiones cerebrales y las consecuencias que tendrán para los jugadores a largo plazo. Hasta 2016, la NFL no admitió los graves daños cerebrales que puede causar la continua práctica de este deporte, en el que sus protagonistas reciben constantes golpes en la cabeza. Diversos estudios (encabezados por Bennet Omalu) demostraron esta relación, y la CTE (encefalopatía traumática crónica) dejó de ser tabú. Esta enfermedad cerebral degenerativa, la cual puede aparecer tras repetidos golpes en la cabeza y provoca graves trastornos cognitivos y en el comportamiento, es frecuente entre exjugadores de fútbol americano, y explica el alto número de muertes prematuras y tristes desenlaces que sufren sus protagonistas. Siempre presente el tema de las lesiones cerebrales en la NFL, el caso Tua no ha hecho más que aumentar el foco en este asunto durante los últimos días.

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