Eguibar mete presión

Un Lucas Eguibar templado en la fría nieve de Mont Sainte Anne terminó tercero la primera de las dos pruebas que cierran la Copa del Mundo de snowboard cross en la estación canadiense. Eso le permite dar el salto de un puesto en la general y partir este domingo segundo (17:00, Eurosport) con una desventaja de sólo 24 puntos respecto del líder, el alemán Martin Noerl que finalizó séptimo. El donostiarra de 29 años roza con los dedos de una mano el Globo de Cristal que distingue al más regular de la temporada y que ya conquistó en 2015. Pero le falta amarrarlo con la otra para poder alzarlo al cielo.

Eguibar, que siempre repite que el snowboard cross es una especialidad “loca”, venía de hacer primero y segundo en Sierra Nevada para después pifiarla en Veysonnaz. Tranquilo, sobre una pista poco revirada, su tabla fluyó para dominar su serie de octavos, ronda en la que quedó varado el italiano Omar Visintin, que llegaba segundo de la general. También entró por delante, sin aspavientos, en unos cuartos en los que coincidió con Noerl y en los que el alemán sufrió seguir vivo. La tercera exhibición del español llegó en la semifinal, dejando fuera de la carrera por las medallas a su gran rival, que veía cómo se le escapaba Luki. Imperial en los vuelos y rapidísimo.

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Quedaba rematar en el último descenso, y ahí el vasco reaccionó tarde en el portón de salida. El local Eliot Grondin (21 años), crecido ante los suyos, tomó la cabeza y no la soltó para lograr su tercera victoria en Copa del Mundo, con el austriaco Jakob Dusek segundo y Eguibar tercero, lo que le otorgó 60 puntos mientras Noerl añadía 36, un precioso aunque mermado botín que le permite llegar con el peto amarillo de líder a la última jornada. La victoria supone 100 puntos y el segundo escalón 80. El Globo todavía no tiene dueño y Lucas lo quiere: “Puedo hacerlo, es un objetivo al alcance de la mano, nunca había estado tan cerca”.