Carlos Gimeno: “La satisfacción es mayor si haces algo con miedo”

Las Series Mundiales del Red Bull Cliff Diving al fin hablan español. Un saltador canario hizo historia hace diez días al ganar la prueba de Bosnia y Herzegovina: Carlos Gimeno (Las Palmas, 33 años) está asociado al mar desde niño, cuando su madre tenía una caravana y él se perdía por los acantilados para arrojarse al mar o salía a surfear y bucear. Ahora es una estrella mundial.

¿Es consciente de lo que ha logrado en Mostar?

Lo estoy procesando estos días. Ha sido todo tan intenso, sin tiempo para descansar... Estoy recordando las emociones vividas. Fueron muchísimas, quería llorar, reír, saltar... una mezcla de todo, una felicidad absoluta.

Sentenció la prueba con cinco mortales hacia atrás. ¡De locos!

Un salto que solo lo había hecho otra persona en el mundo. El grado de dificultad es altísimo. Imagina, ir con toda la presión en el último salto, con cinco mortales delante de miles de personas... Iba primero en la última ronda y hacer el salto perfecto fue un sueño hecho realidad.

La parada de manos es su especialidad.

Sí. Desde pequeño practicaba gimnasia deportiva, por eso estaba haciendo el pino habitualmente. En Latinoamérica se llama parada de manos, en España los que conocen los saltos decimos equilibrio y para los que no entienden tanto, salto haciendo el pino. He hecho pinos para delante, dentro, inversos... es como me siento cómodo. Al empezar así y no con las piernas, tiene un nivel de dificultad mayor. En 2014 hice mi primer salto haciendo el pino y en redes sociales tuvo muchísimo impacto: cien millones de reproducciones en una semana. Pensé: esto vende. Se me da bien, me gusta y tiene impacto mediático. Tres aspectos mágicos.

Hábleme de tres figuras en su deporte: Hunt, Popovici y Orlando Duque.

Ahora mismo Popovici es el que mayor grado de dificultad tiene en sus saltos. Por eso saca sietes y ochos, puntuaciones muy altas. Es complicado superarle, pero no es una máquina. Voy a estar ahí luchando por el primer puesto con él. Hunt tiene casi 40 años, está en el final de su carrera deportiva. Ha sido una leyenda, el mejor de este deporte. El año próximo no va a ser permanente en el circuito, lo está dejando un poco de lado. Orlando ha sido otra leyenda. Se retiró y es un referente. Fue el más conocido, el que llevó este deporte a lo más alto, hizo muchísimo por los saltos.

Hasta ahora su techo había sido un cuarto puesto.

Sí, en Francia e lrlanda.

En Bilbao fue noveno en 2018.

Fue un momento muy especial. Tenía allí a toda mi gente. La afición de España es increíble, Bilbao es una ciudad preciosa y me encantó cómo me acogieron. En mi corazón queda un hueco para siempre, porque fue impresionante.

Para lanzarse desde tan arriba hace falta un valor de un superhéroe.

Esto es uno de los deportes más peligrosos que hay en el mundo y continuamente pienso en hacer los máximos entrenamientos posibles, completar muchísimas repeticiones de menor altura es importante: entreno en plataforma de tres, siete, diez, doce y 15 metros, ya que pusimos ahora esa altura en Madrid. Para saber que cuando llegue a 27 estoy totalmente preparado y no voy a tener sustos o accidentes. Entrenar física y mentalmente es importante y soy muy estricto. Trabajo un montón de horas al día. La comida, lo mismo, me esfuerzo por tener una buena dieta y encontrarme lo más fuerte que pueda.

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¿Cuántos saltos realiza al día?

De 27 metros no se pueden entrenar todos los días, porque el impacto es muy fuerte y tu cuerpo no lo aguantaría. Divido los saltos. Hago una primera parte de la salida, y luego otra de la entrada, así puedo hacer más repeticiones de 10, 12 y 15 metros. Cuando llega la competición, me gusta irme una semana antes a sitios de piscina de 27 metros, en Estados Unidos, Austria, China y Canadá. Así hago los asaltos y llego con los deberes hechos a la competición. Y si no hay competición, me gusta irme una semana al mes a esa distancia.

¿Cuánto tiempo le lleva perfeccionar un salto nuevo?

Este año preparé cuatro saltos nuevos para estas competiciones y lo hice en siete meses. Pero muchas veces, por ejemplo, en 2022, necesité dos años para prepararlo. Depende de si empiezas desde cero, te puede llevar uno o dos años. Si lo llevas más trabajado, puede ser seis meses.

¿Cómo visualiza cada salto?

Subo a la plataforma, miro el entorno, cierro los ojos y me imagino lo que tengo alrededor, saltando, por ejemplo, los cinco mortales: uno, dos, tres cuatro, y abro el salto en la última parte. Cuando llego al final, ya he estado, percibo los colores, si hay casas, el mar, lo tienes procesado en tu cabeza, las cosas te salen automáticas.

¿Tiene vértigo?

Cuando subes a un noveno piso y miras hacia abajo, aunque haya agua, te da vértigo. Pero así lo hago, Muchas veces tengo miedo, pero la satisfacción es mayor si haces algo con miedo. Pienso que es difícil y lo hice... la sensación es especial.

Y tanto esfuerzo para competir en tres segundos, a 90 por hora.

Sí, por eso debes tener una precisión estricta. Aunque lo entrenes todo perfecto, si el día de la competición no la tienes, se te van los puntos. En esta competición dormía seis o siete horas cada día, me levantaba, salía a correr un poco, iba al sitio que estaba, me daba un baño, visualizaba el salto y entorno, leía, para la concentración, y ya lo tenía trabajado para ser preciso.

De pequeño podía pescar desde casa. Surf, buceo... y piruetas desde el sofá, no sé si destrozando muebles por casa. ¡Su vida!

Desde pequeñito, mi madre tenía una caravana y en verano íbamos a alguna playa o acantilado. Siempre estaba saltando o en conexión con el mar, pescando o haciendo surf. Nada más levantarme, iba a darme un baño y tomar el sol. La pasión por el Cliff Diving me viene desde pequeño, este es mi hábitat, los acantilados y el mar.

Hace años en Macao, en un espectáculo parecido al Circo del Sol tuvo un accidente y se temió lo peor.

Efectivamente. Tenía que hacer un salto que eran cuatro mortales-inverso y me di en la mano con la plataforma. Perdí el control en el aire. Eso hizo que me desconcentrara, abrí el salto en el momento erróneo y caí de cabeza. Me quedé inconsciente, estuve así 15 minutos hasta que me reanimaron y volví a vivir. Superar eso... se te queda un trauma. Volver a saltar e ir a más... fue el momento más difícil de mi vida.

¿Qué piensa cuando ve que se puso de moda el balconing?

Cuando veo ese tipo de cosas, en las que no hay base... que hacen locuras de esas... se me pone mal cuerpo. Que se olviden de eso. Como desde los acantilados. Que practiquen en piscinas de un metro, luego de tres. Y si se tiran de una roca, que sea con poca altura, desde donde puedan, pero poco a poco.

Cambió de competición en el Mundial de Kazán. El sueño sería ver su deporte en los Juegos Olímpicos.

Este deporte no es olímpico, se está luchando para que lo sea en 2028. Los saltos se efectúan sobre un metro, tres, diez y 27. Los de uno y 27 son los no olímpicos, estamos luchando para que cojan esa etiqueta. Si es en 2028 iré a por todas y si tengo que añadir un mortal más, el sexto, lo haré.

Pasó por el Metropole de Las Palmas y el Canoe. ¿Goza de buena salud la natación en España?

No he tenido ninguna ayuda económica de la Federación Española, la Canaria, el Metropole o el Canoe. Todo me lo he tenido que cubrir yo. Te apoyan en la equipación. Con el espónsor Red Bull podemos vivir de las competiciones. Muchos trabajan haciendo espectáculos acuáticos, se ganan la vida por ese lado. Si estás en el top diez de los saltos, te puedes ganar la vida.

Les queda por saltar en Auckland, Australia. ¿Sueña con ser el primer español campeón?

Ahí voy a ir a por todas, a hacer lo mismo que en Mostar. El sueño siempre es ganar.