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BALONMANO | TORNEO INTERNACIONAL DE ESPAÑA

Sergey Hernández: “Los porteros somos decisivos”

El navarro del Magdeburg debutará en un Europeo. Es la novedad de los Hispanos que juegan con Polonia en Granollers

Sergey Hernández,
José Luis Recio.

La semana pasada Jordi Ribera descartó del grupo de los Hispanos a Javi Fernández y a Petar Cikusa. Le quedan 18 jugadores para disputar de jueves a sábado el Torneo Internacional de España en Granollers, frente a Polonia (el rival de este jueves, 18:00, Teledeporte), Eslovaquia y Serbia. Luego., viaje a Alemania donde se disputará el Campeonato de Europa desde el día 10 (España debuta el día doce). La auténtica novedad en el grupo es la presencia de Sergey Hernández (28, Kropotkin), que lleva varios años siendo el tercer portero de la selección.

-Se puede decir que es su colofón a un gran año: ha pasado de la liga portuguesa a la alemana, ha ganado el Mundial de clubes con el Magdeburg, y lleva un mes espectacular. Se podría decir también que llega a la madurez.

-La verdad es que no me puedo quejar. Han sido tres buenos años en Portugal, y se me ha presentado la ocasión de jugar en una gran liga y en un equipo campeón, con el que estoy compitiendo en la Champions. Esas cosas las valora el seleccionador, que quiere que sus posibles jugadores estén compitiendo al más alto nivel y con los mejores jugadores. Por otra parte, a los 28 años llegan los mejores tiempos para un portero, sí.

-¿Cuánto de raros son los porteros?

-Podríamos decir que somos especiales, porque no es muy corriente que se pueda disfrutar con pelotazos a 120 kilómetros por hora. Somos diferentes, la otra parte del equipo, porque si bien es cierto que dependemos de la defensa, también nos sentimos decisivos, porque si haces 18 o 20 paradas en un partido sabes que tu equipo va a ganar, y todos reconocen tu aportación; aunque hay días que lo mismo sólo tocas dos balones y no sabes dónde meterte o quieren que te metas.

-Usted ha sido de impacto tardío.

-Se puede decir que soy un caso especial, como Rafa Guijosa, que llegamos a la selección absoluta sin pasar por las categorías inferiores. En mi caso se perdió la huella porque mi padre se fue a Dinamarca por trabajo y nos fuimos cinco años.

-Eso le habrá servido ahora, en el Magdbeurg.

-Si claro, porque hablo bastante bien el danés, y en el equipo, con tantos suecos, daneses, e islandeses, nos entendemos en ese idioma que todos más o menos conocen. En alemán voy haciendo avances, pero escribirlo aún se me da mal. Vamos, que ahora mismo soy trilingüe.

-¿Y ruso?

-Nada. Tampoco tengo muchos recuerdos de cuando era niño, a lo mejor algún juguete, alguna bicicleta. Salí del orfelinato antes de los tres años, y cuando llegué a Pamplona mi padre me enseñó a jugar al mus, y dijo venga, adáptate ya. No, la verdad es que nunca he sentido la curiosidad de volver a Rusia e indagar en mi pasado. Soy navarro y allí he pasado los días libres de Navidad.

-¿Cómo se siente en la selección ahora que rompe una tradición de los últimos años, que todos los porteros tenían algún vínculo con el Barça?

-No había caído en ese detalle, pero sí. Sterbik, Sierra, Gonzalo Pérez o Corrales han pasado por sus filas. En la selección me encuentro de maravilla porque es un grupo de gente sana, nada tóxico, en el que todos nos alegramos de los éxitos de los compañeros. Yo entro ahora por Corrales, y estoy seguro, porque me lo ha demostrado muchas veces, que se alegra por mi. Además, vienes a este grupo y recuperas la liturgia propia, la sobremesa después de la comida, que eso no se estila con compañeros más fríos como son los nórdicos. Esas partidas con Garciandia de compañero, frente Odrioloza, Peciña, Figueras o Chema cuando está, no tienen precio.

-Llegó al Magdeburg en verano, ganó el Mundial de clubes, desapareció, y sacó la cabeza con un partido de casi un cincuenta por cierto de paradas.

-Sí, fue contra el Hamburgo fue el partido ideal para mi como portero. Sí, es cierto que al principio jugué poco, pero aproveché mis oportunidades cuando me dieron la ocasión. Esto no es una carrera de cien metros porque las temporada son diez meses, por ejemplo.

-Sabe usted que va a debutar con España en un Europeo en el que España va a tener un calendario de aúpa.

.Lo primero es centrarse en Croacia, el rival a batir en la primera fase. Y si pasamos, la segunda ronda va a ser muy complicada, posiblemente con Alemania, con Francia, con Islandia, con Hungría. Iremos al día, pero sobre el papel es un grupo tremendo.