Sergey Hernández abruma a los eslovacos

Esta semana decía el portero de España, Sergey Hernández, que cuando se hacen 18 paradas tu equipo gana. Hoy, ante Eslovaquia, ha hecho 21 (cuatro penaltis incluidos), y le han marcado 17 tantos; es decir, por encima del 60 por ciento de acierto, una barbaridad, que abrumó a la selección rival, que dirige el navarro (como él) Fernando Gurich.

Cuando un portero rinde a ese nivel, el trabajo del resto es precisamente el que hicieron los Hispanos: divertirse desde la seriedad que merece cualquier rival. Por eso no bajaron el pistón, no le regalaron nada al rival, sin necesidad de exigirse por encima de lo que merecía el encuentro. Lo entendió perfectamente Jordi Ribera, que rotó a todos sus hombres, jugaron los cuatro de casa en la primera parte, animó a Garciandia que respondió con cinco tantos sin fallo, y probó casi todas las combinaciones que permite este grupo, con el final de la primera parte de Álex Dujshebaev de central.

Con el 0-3 de arranque parecía que podría haber conato de nervios. Nada. Todo en su sitio. Luego, gol a gol, España sacó a los eslovacos de su sueño, e incluso les rebajó la eficacia, porque sus tiros si nos los detenía Sergey morían en la grada. Es más, reapareció el contragolpe lanzado por el portero, porque Sergey en muchas acciones se saltó el pase intermedio para poner el balón a los 25 metros, en las manos de Odriozola, de Dani y Ángel Fernández, y de Gómez, que disfrutaban con esas carreras con final feliz.

Con todo eso, España cierra este sábado el torneo de Granollers frente a Serbia (19:00, TDP), que hoy ha perdido con Polonia 33-36, con lo que los Hispanos con perder por menos de cuatro tantos serían campeones del TIR. Pero con el Europeo a la vista a nadie le preocupa esa copa para el anaquel, sino seguir manteniendo las buenas sensaciones.