Portugal se lleva la victoria en el derbi ibérico
España pecó de ingenua ante un buen equipo portugués. Una posesión española a siete segundos del límite quedó en una falta en ataque.
Primer borrón por ahora de España en el Europeo júnior de Eslovenia con derrota ante Portugal en el derbi ibérico. Hace dos años, con otros protagonistas y otro paìs, las dos selecciones jugaron la final y ganaron los Hispanos, pero hoy entre que no era su día y la ingenuidad de unos jugadores que deberían estar más experimentados, ganó el cuadro portugués: 37-38 (17-19). España tuvo la ocasión de empatar a la desesperada, robó un balón, y se plantó en el área rival, pero Ferrán Castillo (gran partido) se llevó a Brandao por delante, o eso señalaron los árbitros, falta en ataque.
La ingenuidad española va relacionada con las picardías portuguesas y la inexperiencia de unos árbitros de los Países Bajos que estaban en Babia, pongamos. Los Hispanos se cargaron de exclusiones por la manera de enganchar los lusos con el brazo y la axila a su marcador. No fue una, ni dos, ni tres veces lo que de una llamada al orden a los portugueses necesaria se tradujo en dos minutos a los de Javier Fernández. Por si fuera poco, en el minuto 38 (23-25) roja directa al mejor pivote español Víctor Romero, por un golpe en la cara a un rival, que en puridad eran a lo sumo dos minutos, se convitió en roja directa.
Todo eso no puede esconder que no fue el día de los Hispanos: Petar Cikusa estuvo tan controlado que marcó tres goles de once lanzamientos, y los extremos izquierdos, Barrufet y Gijarro, tampoco fueron tan eficaces en la definición. El pivote luso Brandao (nueve tantos) dominó en la línea, y los Oliveira, nueve y cinco goles, hicieron mucho daño del exterior, bien dirigidos por el central Monteiro.
España se ha complicado su pase a las semifinales, aunque las tiene en su mano sin depender de nadie. Necesita ganar el jueves a Islandia (14:20) que hoy ha perdido con Austria (34-26), con lo que Portugal manda en el grupo (tres puntos), luego España y Austria (dos) y por último Islandia (uno). Es decir, sólo Islandia no depende de sí misma para pasar a la lucha por las medallas.