Islas Feroe acaba la aventura que causó sensación

Islas Feroe acabó esta tarde ante Polonia su primera experiencia en un Campeonato de Europa. Eran dos las selecciones debutantes, pero Georgia no ha tenido ni de lejos la repercusión de los feroeses.

Un país dependiente de Dinamarca, con un estatus especial de gobernabilidad compuesto por 18 islas de origen volcánico con sólo 51.000 habitantes que han desarrollado el balonmano a imagen de la metrópoli y que se van con un empate (ante Noruega) y dos derrotas (Eslovenia y Polonia) apoyados por cinco mil compatriotas que alegraron la sede de Berlín.

Por las pasó el español Dani Gordo, entrenador del Ademar y flamante seleccionador de Turquía, en la temporada 2016-17. Entonces era un balonmano de andar por casa, pero ha crecido tanto que ha destacado en los últimos europeos de menores.

Oli Mittum (18) es la estrella del futuro en una selección que es una familia, porque juega con su hermano Pauli, y sus primos Elias (Kiel) y Roi Skipagotu, lo que parece normal es un país tan escasamente poblado. Esta ha sido su presentación en la alta sociedad, y volverá, seguro, por la calidad de su plantel.