Gonzalo Pérez y Petar Cikusa obran el milagro en París

Una pobre primera mitad en ataque general, con los mejores del Barça estrellados de manera reiterada en el portero Palicka, alimentaban la duda de que el equipo de Carlos Ortega volviese a casa con algo positivo de París en esta ida de cuartos de final de la Champions Leaguue (14-11).

La sensación al descanso era desoladora porque pocas veces Gómez, Richardson o N´Guessan fallaban tanto y de manera extraña con disparos a la grada.

Ortega apostó por Gonzalo Pérez (50 por cierto de paradas) dado que Nielsen sólo había tocado un balón, y todo empezó a cambiar. Luego con Petar Cikusa, de central o lateral izquierdo creador, porque los titulares de ese puesto no tenían la tarde. Y otra variante más, Janc de adelantado para que Steins no tuviese tanto espacio.

Esos cambios fueron definitivos para iniciar la escalada desde el 15-11 en la segunda mitad. Sin Prandi, lesionado al inicio del partido, con Nikola Kabaratic en el lateral, desconocido (sin aportación ofesnica alguna), todo le salía mal al PSG. La opción de atacar con siete no acortaba las diferencias, porque si marcaba, Frade respondía desde el centro del campo. Al final ocho tantos para sentenciar la eliminatoria de cuartos de final de la Champions que se decide el jueves próximo en el Palau.