Francia alcanza la final sin problemas
Suecia puso corazón e interés, pero sin su líder espiritual Jim Gottfridsson, lesionado, careció de juego para plantar cara
No hubo caso: Francia derrotó con solvencia a Suecia en Estocolmo y jugará la final con Dinamarca el domingo para solventar viejas diferencias, aunque a los daneses reencontrarse con los franceses les supone tener asegurado el billete a los Juegos Olímpicos, reservado al campeón, pero Francia ya lo tiene como organizador.
Y no hubo caso porque Suecia tiene una tremenda dependencia de su capitán, el central Jim Gottfridsson, que más allá de lo que aporta como jugador (ataque, defensa, organizador, asistencias) es el líder espiritual del grupo. Se lesionó ante Egipto, y los anfitriones se quedaron huérfanos y sin capacidad de respuesta.
Aunque los suecos tiraron de amor propio y quisieran salir a flote con el apoyo de sus aficionados, no tenían la referencia clara en la pista. Francia era mejor, como colectivo y jugador por jugador, y eso que reservaron a Karabatic pensando en el domingo, e insistiendo con Remili de central aunque nunca lo haga en su club, el Kielce polaco. Pero por las ausencias en su selección, y para aprovechar a Dika Mem, se le recoloca.
Francia siempre tuvo ventaja, y Suecia lo peleó hasta que cuando se colocó a dos goles los franceses volvieron a apretar. Carlsbogard acabó expulsado, y los suecos sacaron bandera blanca. Era imposible insistir.