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BALONMANO | FINAL FOUR DE LA LIGA EUROPEA

Esteban Salinas: “Con el Goppingen tengo una revancha pendiente”

El pivote del Granollers es el tercer chileno en la fase final de una competición europea, que sólo Oneto tiene en sus vitrinas

Actualizado a
Esteban Salinas, un jugador que siempre emerge
Esteban Salinas, un jugador que siempre emerge

El Granollers ya está en Flensburg donde este sábado disputa la semifinal de la Liga Europea frente al Goppingen alemán (18:00, DAZN). El domingo será la final entre el ganador de este choque y el del Montpellier-Fuchse Berlín. Con una estatura de extremo (1,80), sin embargo a Esteban Salinas (31) le corresponde bregar con los defensores centrales de 2, 00 metros del rival, Bagotinsek y Kozina.

-¿Qué hace un chileno de 1,80 metros en situaciones así?

-Yo juego al balonmano por tradición familiar, porque mi padre y mis tres hermanos mayores también lo juegan, y porque era el único deporte de mi colegio. De chico era central, pero un día nos faltaba un pivote, me puse y me gustó. Y hasta ahora.

-Este sábado va a tener que bregar contra dos torres de 2,00 metros y 120 kilos. ¿No da un poco miedo?

-Peso 94 kilos, que son muchos frente a los suyos, pero a la hora de estar en la pista lo que cada uno tiene que hacer es sacar partido a sus habilidades. Soy un pivote móvil, que tiene que bloquear, aparecer por donde no te esperan, y aprovechar cada balón que te llegue, porque la recepción también se entrena. Vamos, que mantengo la tradición del equipo cuando jugaba Figueras aquí; es un estilo que me va bien.

-Es uno de sus últimos partidos con el Granollers, dado que se marcha al Bidasoa. Dice su compañero Antonio García que le echarán de menos, porque conoce el barro del balonmano y es un luchador.

-No lo he tenido fácil. Empecé a jugar en España en el Torrevieja, donde estaba mi hermano Rodrigo. Yo jugaba en el segundo equipo, subimos, pero desapareció. Ese verano estábamos en agosto y no tenía dónde jugar cuando me llamó el Zamora para si quería enrolarme con ellos, sin prisa, a la siguiente semana. Cogí el autobús y estaba allí por la mañana, para el primer entrenamiento. Yo no soñaba con la Asobal ni con Europa; sólo con tener un equipo para jugar. Estoy bien en el Granollers, pero la vida tiene estas cosas, y vuelvo a Irún, pero ahora mismo sólo pienso en hacer algo importante con este equipo.

-¿Se ve con un título europeo que sería un éxito para Chile?

-Marco Oneto (pivote que jugó en el Barça) ganó ya la Copa de Europa, y mi hermano estuvo en una final de la Liga Europea en la que yo estuve como espectador cuando él jugaba en el Nantes. Perdió precisamente ante el Goppingen, así que se puede decir que para mi personalmente este encuentro es una pequeña revancha familiar.

-¿Nos ponemos a soñar?

-Se trata de competir, de jugar a nuestro nivel, de ser un equipo unido, porque la fuerza nuestra está en el colectivo, en el bloque, que es lo que nos permite enfrentaros con cualquiera.

-Usted sólo ataca. ¡Un chollo!

-También defendía, pero me lesioné, y creo que ahora Antonio Rama prefiere que juegue al ciento por ciento en ataque y no me desgaste en defensa.