Balonmano | Torneo Internacional de España
España sestea antes de la final ante Noruega
Eslovaquia le sacó los colores a una defensa de los Hispanos que nunca controló el juego sencillo de un rival crecido. Mañana, el gran choque.
Ganó España, como se esperaba, pero con más dificultades de las previstas visto el choque de su rival ante Argentina el jueves: 34-30 (14-13). El test para la defensa en este frente a Eslovaquia, que no se complica, que practica un juego sencillo con cuatro jugadores determinantes, se le atragantó a los experimentos de Jordi Ribera, que anda de pruebas, como es lógico, con combinaciones impensables, y que no han tenido mucho éxito en este choque.
Por ejemplo, empezó el partido con Odriozola de avanzado, con Álex Dujshebaev en ese extremo en defensa, y con Djordje Cikusa en la línea, y en el otro extremo, Petar Cikusa, y Miguel Sánchez de defensor central en el 5-1. Quizá esa composición no se vea ni en un partido del Mundial.
La tónica del partido fue esa, facilidad para meter goles, pero también para recibirlos, con el navarro Fernando Gurich disfrutando al mando de una Eslovaquia disminuida por las lesiones. Tampoco el 6-0 fue un arma brillante para los Hispanos, que acabaron con una defensa individual al central Duris, y atacando con siete.
España juega la final este sábado (21:00, Teledeporte), frente a Noruega, uno de los países anfitriones del Mundial. Eso ya son palabras mayores porque los escandinavos que lidera Sagosen, aunque caen con los Hispanos habitualmente, hace tiempo que rozan el triunfo, y para el Campeonato del Mundo tratan de ser algo más que un buen equipo.