El rebelde Bidasoa le hace sudar al Barça
Se colocó a dos goles en la segunda mitad, y obligó a Carlos Ortega a apostar por Mem en la recta final (cuatro goles en siete minutos).
El Barça peleará este domingo por su undécima Copa del Rey consecutiva, en el Olivo Arena de Jaén. Eso se esperaba, pero no tanto la resistencia del Bidasoa para intentar que la lógica no fuese posible: 28-32 (13-20). Cuatro tantos de diferencia, pero es que llegó a perder por nueve en la primera mitad; se plantó a dos un par de veces en la segunda mitad, y la tranquilidad de Carlos Ortega se tradujo en necesidad de saltarse cualquier opción de dar minutos a algunos jugadores. Cuando el futuro se oscurece, al Barça le queda el comodín de sacar a Mem: cuatro tantos suyos, sin fallo, en los siete últimos minutos, dejó las cosas en su sitio.
No jugó Luis Frade, que abandonó de madrugada la concentración por paternidad, con lo cual los minutos de descanso para Javi Rodríguez llegaron de la mano de Ian Barrufet, en principio relevo de Wanne, porque Ariño tuvo descanso, pero su intervención fue de pivote en ataque, y en defensa en la posición central.
Fiel a su estilo, el Barça quiso arreglarlo todo en la primera parte. Parecía que sí. Pero el caso es que el Bidasoa lleva unos años siendo un equipo irreverente, con jugadores como puertas, que no se intimidad ni amilanan con la fuerza de un equipo hecho para ser el mejor de Europa. Asier Nieto, regular en la primera mitad, completó una segunda parte memorable, dio brío a los suyos, salió el gen competitivo de los Salinas, al son de Pacheco, y ahí estaba el cuadro vasco, amagando con la dar la campanada copera de los últimos once años. No fue posible. Una exclusión a Jacobo Cuétara, en un cambio de criterio radical de los árbitros con los entrenadores, también complicó la reacción de un digno Bidasoa.