El Cisne desciende con orgullo en el Palau
En la primera mitad el cuadro gallego tuteó al Barça, al que Ortega tuvo que llamar al orden por su poca actitud en el partido
El Cisne llegó al Palau virtualmente descendido, y salió con el billete directo a la División de Plata. Sólo si ganaba al Barça tenía posibilidad de alargar la agonía. En este momento entre los barcelonistas y el resto es tan amplia que no se barajaba ninguna manera seguir peleando por un imposible. Pero el Cisne apeló al orgullo, a jugar y divertirse, meterle 30 goles al campeón de Liga y Copa (41-30) y empatarle la primera parte (18-18).
Es cierto que Ortega dio descanso a hombres vitales (Mem y Fabregas), que alineó a los menos habituales, que renunció a exprimir a algunos fatigados, pero su primera plantilla es de tanta calidad que no se entendía cómo en la primera mitad de cada dos contragolpes sólo aprovechaba uno, o cómo el portero rival rozaba el 40 por ciento con jugadas bien trazadas, y acabadas, por el Cisne.
En la segunda mitad Ortega debió pensar que el Barça no podía ofrecer esa imagen ante una afición que esperaba festejar la Copa del Rey. Puso de Gonzalo Pérez en la portería, a Wanne en su extremo, ordenó a los suyos, y el equipo enderezó el rumbo para ganar un partido sin historia general, aunque para los visitantes el desenlace sea el descenso el día que durante treinta minutos tutearon al intocable equipo azulgrana, que lleva una racha de 49 títulos nacionales consecutivos.