El Benidorm se inmola ante el Barça en el Palau
En esta ocasión el ataque con siete no le funcionó al equipo alicantino, que encajó demasiados goles sin portero ante la velocidad azulgrana.
El ataque con siete y sin portero tiene algunos aspectos básicos para que sea efectivo. Al Benidorm alguna vez le ha funcionado en el Palau, pero no ha sido hoy, por ejemplo, en el partido adelantando a la novena jornada, y que el cuadro local ha resuelto sin mayor dificultad: 44-30 (23-15).
Sergio Carballeira ha sido valiente al afrontar el choque y mantener el siete contra seis durante todo el partido, aunque la realidad inmoló a su equipo con ello. Sabe el entrenador que esta estrategia para que sea útil necesita evitar las pérdidas de balón de los hombres de la primera línea, acabar siempre las jugadas, y un balance defensivo rápido. Nada de eso ocurrió en el este encuentro, en el que la velocidad local le estropeó todo el trabajo de la pizarra.
Janz fue el primero que abrió las grietas con dos contragoles. No se inmutó el Bendorm, y poco a poco se fue cayendo como un castillo de naipes cuando entra el viento por la ventana. Los goles sin portero decidieron el encuentro, aunque a lo peor si ataca con seis no ve puerta y recibe el mismo correctivo. Nunca se sabe. En ocasiones el riesgo no tiene premio.
Partidos de estos hay quien puede pensar que sobran, pero valen la pena para ver al juvenil Martín, un lateral zurdo de más de 2,00 metros, marcar goles por encima de la defensa, o por ver como Cikusa asiste a toda velocidad desde el suelo en un contraataque, que fuerza la exclusión de Zhukov y el gol de Palomino en el minuto 58. Un tanto intrascendente, pero que refleja la intensidad de los azulgranas.