Blaz Janc, bueno para todo en el Barça
“Iba para futbolista y ahora soy un extremo que en ocasiones juega en la primera línea, que en más divertido porque tocas más el balón” dice el esloveno
El sábado fue el MVP en la semifinal de la Copa del Rey que su equipo, el Barça, ganó al Ademar. Mantuvo su perfil discreto, porque Blaz Janc (26 años, Eslovenia) es de los tipos que no le gustan llamar la atención. “No soy interesante para las entrevistas; soy un tipo tranquilo y seguro que no doy grandes titulares. Me gusta jugar, estoy en el mejor club del mundo, comparto su filosofía de entrega constante, y tengo cinco años de contrato más”, comenta de entrada como declaración de intenciones.
-¿Cómo llegó usted al balonmano?
-Iba para futbolista, pero el equipo en el que estaba desapareció. De esa forma acabé en el balonmano, y ahora soy un ídolo para mi hermano, que tiene 19 años y juega en el Celje. Ya nos hemos enfrentado, y la verdad, en esos choques se nos olvida que somos hermanos. Eso sí, ganar al Celje esta temporada ha sido una de nuestras victorias más sufridas del año: fue por un gol en el final.
-Usted ha tenido entrenadores de mucho carácter antes de llegar a la Liga Asobal, y relacionados con el balonmano español.
-Vujovic fue el primero, sí. Contó conmigo para los Juegos Olímpicos de Río, y allí debuté en las selección en la que era el único extremo derecho. Empecé bien y me consolidé. Es un tipo muy especial con el que mantengo el contacto. Y luego Talant Dujshebaev en el Kielce, con el que hablé de mi adaptación al balonmano español.
-En el Barça le utilizan de todo: extremo, central, lateral zurdo...Es usted una especie de navaja suiza multiusos.
-Sinceramente, soy un extremo que puede jugar en la primera línea, en posiciones más divertidas porque tocas más el balón. Si se me necesita, siempre estoy ahí.
-¿No se aburre de ganar siempre?
-No, por favor, ganar no aburre. No es fácil ganar diez partidos seguidos por más de 10 goles, y tampoco es verdad que la Asobal no sea una liga competitiva. Ahí está el caso del Granollers, que ha eliminado al Flensburg alemán en la Liga Europea.
-Hoy, final de la Copa del Rey.
-Nosotros tenemos la obligación de ganarla. El Barça quiere ganarlo todo con un sello de identidad: pelear todos los balones a muerte, aunque parezca que el partido está decidido. Me gusta esa forma de afrontar el juego, y creo que en ese sentido Eslovenia y España se parecen, quizá porque nosotros tenemos mucha influencia de los entrenadores españoles.