“Tengo la medalla en el coche, me estoy mudando y a la gente le hace ilusión verla”
El triplista fue el único oro individual de España en los Juegos de París. “El objetivo de 2025 es completar la triple corona”, dice el saltador de 23 años.
Jordan Alejandro Díaz-Fortún (23 años) es uno de los ocho elegidos que han superado los 18 metros en la historia del triple salto. El 18,18 que le dio el oro continental en Roma es el tercero más largo de todos los tiempos tras Jonathan Edwards (18,29) y el ídolo del español, el norteamericano Christian Taylor (18,21). En los Juegos de París, el funambulista del aire, ese dibujo animado customizado en Guadalajara a las órdenes de Iván Pedroso que parece creado por inteligencia artificial para afrontar la combinación perfecta y equilibrada de velocidad, fuerza, coordinación y técnica que necesita esta complicada especialidad fue el único oro olímpico para España a título individual (los otros cuatro fueron el relevo mixto de marcha de María Pérez y Álvaro Martín, el 49er de vela con Diego Botín y Florián Trittel, el waterpolo femenino y el fútbol masculino). “Es un atleta excepcional y pensar en lo que puede hacer impresiona”, afirma Pedroso, oro olímpico y nueve veces campeón del mundo de longitud que ha impregnado e interiorizado a este talento superlativo de 1,92 m y 73 kilos su mantra de ‘técnica, técnica, técnica, trabajo, trabajo, trabajo’.
-Campeón de Europa y campeón olímpico. Menudo 2024 para usted, ¿no?
-En cuanto a resultados, sin duda. En cuando a los entrenamientos ha sido un año igual al resto, sigo aún con los problemas de no poder hacer una temporada completa porque siempre hay algún imprevisto de molestias fuertes, lesiones... Continúo con la incertidumbre de qué pasará y cómo será un año en el que pueda entrenar bien del todo. A tope físicamente y sin ningún tipo de molestias. A lo mejor salto mucho más o a lo mejor mucho menos (ríe), pero al menos saberlo. Dicho esto y sin estar ni mucho menos al 100% el año ha salido rotundamente bien.
-Después de los años de espera para poder debutar con España, imagino que reconforta ver que después de tantos esfuerzos personales ha dado sus frutos...
-Por supuesto. Ha sido mucho sacrificio estar viendo competiciones por televisión. Con ganas de poder competir y sabiendo que no podía estar. Por eso cuando se abrió la lata salió todo y en mi caso rotundamente bien. Ahora el tema es seguir arriba porque alcanzar la cima es más fácil que mantenerse. Nada es sencillo, por supuesto, pero lo difícil de verdad es estar ahí año tras año.
-Antes de los Juegos hablamos de que casi se le exigía una medalla. Me decía que eso no le presionaba y, de hecho, ahí está su oro. ¿Es una de las claves de su éxito manejar todo de una manera normal?
-Sí, sí, sin duda. Hablaba eso justo con una atleta que también fue a los Juegos. Me decía que ella tenía tantas ganas de obtener el oro, que se obsesionó. A mí eso no me pasó. De hecho fui pensando que la plata o el bronce también estarían guay. Yo quería ser medallista, subir al podio. Eso sí, no me valía el cuarto puesto. El problema de pensar en que sólo vale el oro es que tú mismo te metes una presión que puede hacer que te bloquees. Y si por ejemplo eres plata o bronce parece que todo lo que has hecho no ha valido para nada. Yo por eso voy tranquilo a las competiciones. Sé que las medallas están en los entrenamientos y que el día D y la hora H pueden pasar muchas cosas, a favor o en contra.
-¿Todo ese razonamiento mental es fruto del trabajo o de forma autodidacta?
-Qué va, todo mío. Nunca he trabajado con psicólogos, nutricionistas, ni nada de eso... A ver no estoy diciendo que no sea algo importante y clave para otros atletas, pero yo nunca he usado nada de este tipo de servicios. Y me ha ido bien. Yo tengo mi forma de ser, mi carácter y mi manera de competir. Yo siempre digo que mi psicólogo es Iván Pedroso. Su experiencia como atleta de superélite y entrenador de grandes saltadores me aporta todo lo que necesito.
-Ahora es una superestrella mundial del deporte, pero por lo que le conozco sé que sigue siendo el mismo tipo normal. ¿Qué ha cambiado en su vida el oro olímpico?
-Es verdad que sí que hay muchas más personas que me reconocen por la calle o cuando estoy comiendo por ahí. Se me acercan, me piden fotos... es algo que me gusta y lo hago encantado. Los Juegos Olímpicos son un increíble escaparate y aunque los aficionados al atletismo sí me conocían, ahora lo hacen incluso gente que no es ni siquiera muy aficionada al deporte. Pero, vamos, mi vida sigue igual salvo lo que te comentaba de que más gente sabe quién soy y se me acerca por la calle. Y también en plan de patrocinadores es cierto que ahora tengo mucha más apertura, un nombre más atrayente para ellos.
-Una curiosidad, ¿dónde tiene las medallas de oro?
-Literalmente no las tengo en ningún sitio porque las llevo en el coche (risas). Siempre hay gente a la que le hace ilusión verlas y me preguntan: ‘oye, ¿y la medalla?’ Pues la tengo en el coche para que la veas, contesto. Y cuando las subo a casa están en un cajón, pero por el simple hecho de que me estoy mudando. Cuando me instale definitivamente haré una habitación y la pondré bonita para poner todos los trofeos.
-En esa vitrina también podrá poner el Premio AS 2024. ¿Le ilusiona este reconocimiento?
-Es un periódico muy importante y que me hayáis considerado elegible para darme el premio es un orgullo. El atletismo es un deporte con mucha menor repercusión en España, por ejemplo, que el fútbol y que se me haya tenido en cuenta la verdad es que me parece algo espectacular.
-El año que viene hay Mundial en Tokio, imagino que le apetecerá la triple corona...
-Claro, ese es el gran objetivo. También está el Mundial indoor y el Europeo bajo techo, pero el objetivo fundamental para 2025 es el Mundial de septiembre en Japón. Tener la triple corona sería fantástico.
-Por lo que dice, veo que tiene intención de hacer la temporada invernal de pista cubierta pista, ¿no?
-Sí, si las molestias me dejan por supuesto que iré a ambos certámenes. Pero primeramente tengo que arreglarme la rodilla, que es lo que me ha estado dando problema en estos últimos años, para tratar de llegar a las competiciones en óptimas condiciones.
-La última, hace unas semanas entrevisté a Jonathan Edwards (recordman mundial de triple salto) y le pregunté por los saltadores actuales. A usted le ensalzó bastante y me dijo que tenía unas cualidades increíbles. Y que aunque el top actual entre los que le nombraba junto a Pichardo o Hibbert son mejores técnicamente y en los saltos, él era más rápido en la carrera. Y que esa es la gran diferencia que ve para asaltar sus 18,29. ¿Qué piensa de ello?
-Que cada atleta tiene su manera de saltar. Por ejemplo, Christian Taylor era un tipo rapidísimo. Pero es cierto que la velocidad es algo que tenemos previsto Iván (Pedroso) y yo que debemos mejorar. Tengo una carrera muy corta en comparación con otros saltadores actuales porque, por ejemplo, en los Juegos fueron catorce apoyos, nueve pasos y cinco transitorios. Mis principales rivales tienen una carrera mucho más completa que la mía, más larga. Me faltan muchas cosas todavía por mejorar, pero eso es lo más prioritario. Tenemos como objetivo clave ampliar la carrera para llegar a más velocidad a la tabla.