“¿Premio Princesa de Asturias? ¡Presentad la candidatura!”

Cansada, pero siempre amable. María Pérez García (Orce, Granada, 29 años) se sienta en una carpa de World Athletics con el redactor de AS en la ‘trastienda’ de la puerta F1 del Estadio Olímpico de Tokio. Acaba de recibir el oro de 20 km marcha y de convertirse en tetracampeona mundial, con dos dobletes consecutivos, algo únicamente conseguido en la historia por tres leyendas: Carl Lewis, Usain Bolt y Mo Farah. Primera mujer. Una leyenda del deporte que sigue igual de humilde y con hambre de más éxitos, al menos hasta los Juegos de Los Ángeles, después quiere una victoria en la vida.

-Han pasado pocas horas desde que es tetracampeona del mundo, séptima medalla internacional (añade un oro y una plata olímpicas y un oro europeo), igualando el doble doblete que sólo tienen Carl Lewis, Usain Bolt y Mo Farah. Sé que no piensa en el palmarés porque dice que se retiraría, pero... vaya barbaridad de carrera deportiva, ¿no?

-(Sonríe) Somos solo cuatro y yo la única mujer. Estar en ese club de atletas que son historia del deporte me pone los pelos de punta y prefiero no pensarlo tampoco (risas).

-Siempre que María Pérez logra un éxito, es un reconocimiento y un argumento de defensa más para la marcha en España. Con la retirada de Álvaro (Martín), ¿siente que es la líder de esa pelea?

-Creo que he reivindicado mucho este tema y que en el último año he peleado bastante, aunque no se vea de forma pública con el CSD y el resto de instituciones. Hay cosas que no puedo manejar y a las que no puedo acceder. Necesito que las instituciones se unan en una especialidad en la que España es una potencia mundial, pero muchos países de Europa y de Sudamérica también lo son, y creo que si se unen las federaciones e intentan pedir explicaciones sobre los motivos por los que se quitan distancias, se modifican tantas cosas y hay tanta incertidumbre se podrían buscar soluciones. Yo me enteré jugando al pádel con amigos que en los Juegos sólo habría 20 km a nivel individual y mi pensamiento fue: ‘Una medalla olímpica menos para España’. Y eso repercute en muchos sentidos en términos económicos: menor subvención para la federación, reducción del beneficio para el deportista de élite, menos ayudas para los niños y niñas de base... Y menos repercusión mediática, claro. Es la pescadilla que se muerde la cola. Así que por mucho que reivindique y grite al cielo tras cada oro... Me he ido cabreada muchas veces a la cama y con ganas de tirar la toalla tras reunirme con dirigentes y que me dijeran: ‘Es lo que hay’. Por eso creo que la mejor reivindicación de los marchadores es lograr resultados y mostrar que España tiene que pelear por esta disciplina que es la primera medalla de atletismo en unos Juegos Olímpicos, tanto en hombres como en mujeres, y aún sigue al pie del cañón.

-Y no paran de salir marchadores de nivel mundial. Se retira Álvaro con cuatro oros mundiales y dos medallas olímpicas (oro y bronce) y en Pekín Paul McGrath ya sube al podio. ¿Cómo se explica eso?

-Es simple. Hay mucho nivel y tenemos a los mejores entrenadores del mundo. No hay buenos atletas sin buenos entrenadores. Y aprovecho para decir que se les debería cuidar más porque para mí, no están tan valorados como deberían.

-Aproveche y reivindique la importancia del suyo. ¿Qué significa Jacinto Garzón en los éxitos de María Pérez?

-Todo. María Pérez no sería nada sin Jacinto Garzón. Te he dejado el titular (sonríe). Es la cabeza pensante y el que hace que yo esté lista para pelear por las medallas el día D y la hora H.

-María Pérez es ya leyenda del deporte español y en mi opinión entra en el debate de si es la mejor de la historia... ¿es el momento de recibir este año el Premio Princesa de Asturias?

-¡Presentad la candidatura! (ríe). Orce y Llerena (los pueblos natales de María y Álvaro) la presentaron conjunta por el oro del relevo en París y me habría hecho mucha ilusión, pero ganó Serena Williams, que por supuesto se lo merecía también. Es el premio de mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional y mentiría si te dijera que no me gustaría. Tampoco puedo decir que no me encantaría, pero no depende de mí y no sé si he hecho los méritos suficientes para obtenerlo. Si alguien considera que es así, pues que presente la candidatura y si salgo elegida estaré encantada en Oviedo el día que me digan.

-Después de tantos años y éxitos... ¿De dónde sigue sacando la motivación para salir cada día a entrenar bajo cualquier circunstancia?

-Una de las motivaciones es la persona que tienes ahí detrás (señala a la marchadora italiana Antonella Palmisano). Aparte es mi ídolo, es mi amiga y me ha enseñado mucho. He visto como entrena, como trabaja, como lucha... Estas medallas también son un poco suyas porque además de haber tenido la suerte de competir contra mi referente he podido compartir el triunfo. Y eso es algo muy bonito.

“Rafa Nadal sólo hay uno, pero quizá sí nos parecemos en la manera de competir”.

María, sobre el extenista con 22 Grand Slams.

-Hablando de ídolos y de tótems. Quizá el mayor que tenemos en España, y uno de los más grandes en el mundo, es Rafa Nadal. Veo muchas similitudes entre ustedes. Son superdeportistas, superganadores, pero también son humildes, cercanos, luchadores, son ejemplo de muchas cosas, la gente les quiere y se alegra de sus éxitos... ¿se ve un poco reflejada en él?

-Rafa Nadal solo hay uno. Es un encanto como persona. Antes de conocerlo en el COE, la vez que más cerca lo había tenido fue en los Juegos de París y recuerdo que todo el mundo le pedía una foto y él atendía a todos. Yo lo vi que no podía ni caminar. Pensé: ‘Si yo estuviese en su lugar, no me gustaría que me agobiaran y no sería tan simpático teniendo dolor’. Es digno de admirar. Y sobre si hay cosas en las me parezco, quizá en la mentalidad, posiblemente sí, y en la manera de competir. No rendirse nunca y voltear situaciones cuando otros bajan los brazos. Son deportes diferentes, pero posiblemente sí hay similitudes.

-Para derrotar al monstruo final del juego, solo le faltaría el oro olímpico individual. Para los Juegos de 2028 sé que lo tiene marcado. El cierre perfecto...

-Sin duda, es el sueño y la gran motivación que sigue viva, pero si no sale tampoco me voy a agobiar. Como os decía tras el oro de 20 km no soy invencible.

-¿Serán Los Ángeles el final de su carrera deportiva?

-No sé si el final, pero seguro que un punto aparte porque quiero ser mamá y eso ya está muy claro. Ojalá pudiese volver al mismo nivel, pero cuando viene una personita pequeña al mundo, no puedes estar 180 días fuera de casa. Aquí en Tokio llevo 17 días y hablo con mi sobrino por teléfono y me dice: ‘¿Por qué estás tanto tiempo allí? Te echo de menos’. Se te parte el alma, así que creo que no seguiré siendo la María de este nivel.

-Antes de 2028 hay muchos campeonatos por delante en los que seguiremos disfrutando seguro de sus éxitos. ¿En 2026 la idea es ir a los Europeos de Birmingham?

-Seguro, al 100%. En los Europeos voy a estar. Me motiva tener un título europeo más, un segundo oro continental. Aunque cuando las cosas parecían más fáciles me ha costado mucho más, pero la idea es estar bien en Birmingham.

-Y antes de todo eso, vacaciones. Estará deseando...

-Sí (sonríe), os quiero mucho a todos, pero necesito desconectar mentalmente y descansar físicamente para cuando vuelva poder estar en todos los eventos a los que me inviten.

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