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ATLETISMO | EUROPEOS EN ROMA

Oro de Duplantis... sin récord del mundo

El prodigio sueco se lleva el triunfo con facilidad pasmosa y un mejor brinco de 6,10. Falló sobre 6,25 aunque estuvo muy cerca en el primer intento.

Roma
Oro de Duplantis... sin récord del mundo
Aleksandra SzmigielREUTERS

“Tengo un control total de mi cuerpo en el aire y no me preocupa nada. Simplemente fluye”, simplifica ‘Mondo’ Duplantis (24 años) el estado cuando despega de la pértiga tras impulsarla en el cajetín. El fenómeno sueco lo ha ganado todo y ha batido el récord del mundo ocho veces, pero no se cansa. Su motivación es un centímetro. Y luego otro. La medida de una rebanada de pan de molde, el ancho de una pila AAA. “Tengo que mejorar muchas cosas para saltar un centímetro más alto. Parece poco, pero es mucho. Para mí un centímetro simboliza que sigo progresando. Me encanta el nuevo reto, no desaparecen las ganas. Cada vez es más difícil y eso hace parecer que el desafío no ha hecho más que empezar”, explica.

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Manon CruzREUTERS

En los Europeos de Roma, su oro continental no era ni apostable. Sólo una catástrofe podía apartarle de su tercer título continental consecutivo. Algo que tensiona ligeramente al atleta nacido y criado en EE UU: “Cuando compito para Suecia tengo extra de presión porque estoy cargando con el peso de un país”. En el Estadio Olímpico, ‘Mondo’ salió airoso. Como casi siempre. Saltó 5,65 a la primera, con un enorme margen como es lógico para él en una altura que en su caso es un trámite sencillo. Mismo guion para el 6,82. Sólo quedaba en la lucha, dicho de forma metafórica, el griego Karalis.

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ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

Nuevo salto válido de ‘Mondo’ en 5,92. El heleno veía el K2 delante de sus narices. Y se precipitó con una maravillosa plata para él. Duplantis a su trabajo por encima de los 6 metros pasando antes por 5,97. Su vuelo sobre 6,10 fue primoroso. Siempre a la primera. Siempre todo en orden. Llegaba un nuevo ‘momento Duplantis’ Ya habían finalizado el resto de pruebas. Era el broche final, el postre deseado. Pidió 6,25. Iba a por su noveno récord del mundo. Batiéndose siempre a sí mismo excepto cuando se lo arrebató al francés Renauld Lavillenie con 6,17. Pero esta vez no pudo ser. En el pirmer intento lo tiró tras tocar el listón ligeramente con el pecho. Los otros dos fueron nulos. El 6,25 llegará en los Juegos de París. O antes en la Diamond.

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