“No sé ni cómo ha sido la carrera, sólo sé que he ganado”
Asier Martínez atendió a la Prensa en la zona mixta de Múnich, entre ellos AS, y el gigante navarro era rotundo: “No se puede pedir nada más, estoy muy feliz”.
Asier Martínez estaba feliz. Educado igual que siempre. Ser campeón de Europa no le cambia ser atento y amable. Pero sí estaba más sonriente. Todo había salido a la perfección. Oro en Múnich en un grandísimo duelo con su gran ídolo, su gente en las gradas, marca personal... “No se puede pedir nada más. Estoy muy feliz. Ha sido una experiencia preciosa con mi familia aquí, salvo mi madre que no ha podido venir y seguro que lo está disfrutando desde casa, mi equipo, todos mis amigos... me he sentido como en casa. Nunca había corrido tan a gusto y con tan buen ambiente en las gradas”, explicaba a AS.
Eso sí, unos cuantos segundos pudieron haber cambiado el color del metal. Del dorado a la palta. Pero la pantalla puso su imagen. Triunfo por una milésima. “Lo he pasado mal en la espera hasta que han salido los tiempos porque pensaba que había ganado él. Le enfocaban todo el rato, salía en la pantalla... hasta que de repente han cambiado el plano y me han enfocado a mí. Me he puesto a gritar... no sé muy bien. Encima estaba toda mi gente a escasos metros y he ido a celebrarlo con todos ellos”, explicaba.+
Asier es un seguro de vida pese a sus 22 años. La fantástica técnica que tiene en el paso por valla ayuda mucho a ello. Aún así, como siempre, es humilde: “Hasta ahora no he fallado pero estoy seguro de que pasará tarde o temprano. Esto es atletismo y desgraciadamente no siempre va a salir bien así ahora hay que disfrutar esto. Estoy muy feliz, no sé cómo expresarlo. Encima compartirlo con mi ídolo Martinot con esa llegada final... para mí ha sido increíble”.
Y reconoce que la carrera se le ha borrado, tendrá que verla repetida por televisión: “La marca personal es lo de menos, pero feliz. No sé ni cómo ha ido la carrera... aunque imagino que habrá ido bien porque he hecho 13.14 (ríe). De verdad no sé si he salido bien, si he acabado fuerte... Sólo sé que he entrado primero. Sabía que Martinot estaría ahí, es un gran competidor, tiene una gran experiencia... de hecho es el más perro viejo de todos en los Europeos y él corría en casa porque sabe como gestionar estas carreras”.
Otro hito conseguido es vencer con la presión de ser favorito, algo que le ha dificultado las cosas pero de lo que ha salido airoso: “Me he sentido muy bien. Gestionar toda la presión de llegar entre los favoritos no ha sido fácil para mí durante toda la previa. Y más en mi caso que mi experiencia en este tipo de situaciones es reducida. No soy un gran competidor aún en estos grandes campeonatos y me ha ayudado mucho mi gente. En la final de Oregón nadie tenía los ojos puestos en mí, era uno más. Aquí la presión era mucho mayor y ha condicionado todo: calentamiento, momentos previos... ha sido todo muy tenso”.
Pese a ser la gran estrella, el gigante navarro quiso acordarse del otro español presente en la final, Quique Llopis: “Yo ya sabía que él estaba muy bien porque somos amigos, no compañeros ni rivales, sino amigos. Hemos compartido todo y estoy convencido de que le queda mucho por sacar. Y se va con ese gran registro en semifinales”. Y ahora... ¿a celebrar? “Tenemos que cerrar el calendario. No sé si acabo aquí o sigo un poco de semanas más con la Diamond League. Ahora tranquilidad y a disfrutarlo”.