ATLETISMO | MUNDIALES DE OREGÓN
“No me asusta lo que haya corrido el resto antes de venir aquí”
Asier Martínez atiende a AS antes de debutar en los 110 vallas de Oregón: “El dominio de la técnica y la valla es una ventaja respecto a un estilo más sucio”.
Asier Martínez (Zizur Mayor, Pamplona, 22 años) se acerca con paso firme subiendo los escalones de la grada. Siempre amable, cordial, educado, humilde y dispuesto. Llega al 110 vallas de Oregón con la 28ª marca de la temporada (13.29 por el 12.84 del norteamericano Devon Allen), pero el gigante silencioso sabe que lo importante es realizar el tiempo en el campeonato importante. Y ahí, Asier rinde al más alto nivel pese a su juventud y gracias a un enorme trabajo combinado con talento. A pocas horas de debutar en las series (sábado, 20:25 en España) de los Mundiales de Eugene atiende a AS.
-¿Cómo llega? ¿Cómo está? ¿Qué sensaciones tiene previas al debut?
-Son muy buenas. Hemos planificado la temporada a largo plazo y así pillar la forma apurando para estados grandes citas, el Mundial de Oregón y el Europeo de Múnich. Estoy muy motivado porque la temporada está siendo buena, pero aún no ha comenzado el momento de la planificación donde más tengo que correr al estar en el mejor momento físico. La idea es rendir a tope en las dos citas y ese era el objetivo principal de 2022 desde que nos sentamos Fran (François Beoringyan, su entrenador) y yo. Queremos hacer dos buenos campeonatos y creo que podremos hacerlo.
-Habla de su entrenador... que no ha podido venir aquí por un problema burocrático. ¿Cómo le ha afectado eso?
-Son estos asuntos que en un país como Estados Unidos son muy difíciles. François es africano de nacimiento (fue saltador de altura, nació en Chad y lleva 20 años viviendo en Pamplona) y eso lo complica todo aquí. Yo llevo una semana sin entrenador que en el momento de la competición hace mucha falta como en esos entrenamientos previos de calidad donde hay que buscar la sensación perfecta casi para la competición y no lo he tenido. En ese sentido no sé quién es el culpable o el responsable, o si siquiera lo hay, pero sí que es verdad habrá que esclarecerlo y ver dónde ha podido estar el posible error. Ha sido una situación complicada para él porque lo ha tenido que mover principalmente todo y finalmente se ha quedado sin venir, lo que ha sido un problema para ambos.
-En 2021 fue cuarto en el Europeo indoor de Torun y sexto en los Juegos de Tokio, este año rozaste el bronce siendo cuarto en el Mundial de pista cubierta de Belgrado... ¿es el momento de dar el campanazo en Eugene?
-(Se ríe). No tiene por qué. Estamos acostumbrados a que en mi caso en todos los campeonatos estoy a gran nivel pero no tiene por qué ser así siempre. Estoy muy tranquilo en ese sentido ya que esto no es una progresión lineal siempre hacia arriba y que puede haber malos campeonatos. Al fin y al cabo es mi primer Mundial al aire libre y puedo no hacerlo bien. Es una prueba en la que pueden pasar cosas y en mi caso aún más por mi falta de experiencia. Hay que estar tranquilo y con una expectativa controlada.
-En un Mundial la presión para todos los atletas es máxima y su prueba, el 110 vallas, reúne todo lo necesario para que el fallo esté siempre cercano: velocidad máxima, paso de vallas, cercanía con otras calles, igualdad máxima y pocas centésimas entre los atletas... ¿Cree que su escrupulosa técnica le ayuda en este aspecto?
-Sin duda. Al final el dominio de la técnica y de la valla siempre es una ventaja respecto quizá a otro tipo de perfil de atleta que es más sucio en ese sentido. Pero reitero lo anterior, puede pasar cualquier cosa a cualquiera y en mi caso la inexperiencia puede jugar en mi contra. Sólo llevo un año y medio compitiendo fuera del circuito nacional y también tengo fallos aunque mi estilo sea limpio sobre la valla.
-¿Cómo lleva estar en el centro de la atención mediática y que se espere tanto de usted cada vez que se pone en los tacos de salida?
-Yo intento aparentar que soy una persona tranquila porque así me lo han enseñado porque ayuda en la competición, pero no es así. Soy muy nervioso realmente. En ciertos momentos es difícil gestionar todo eso y más en gente inexperta. Quizá en cinco o seis años se más fácil pero ahora es novedad y, por ejemplo, tras los Juegos de Tokio sí que fue un poco agobiante. Es algo con lo que hay que lidiar y no se puede hacer nada. Intentar solventar de la mejor manera las situaciones de estrés y poco más.
-Sé que no hay un resultado concreto como meta, pero ¿con qué se iría contento de Oregón?
-Yo siempre voy a los campeonatos pensando en las marcas, en cuánto estoy para correr a nivel individual sabiendo que dependiendo de la carrera, la situación o la ronda me va a llevar a un lado o al otro. En los 110 metros vallas los cortes de eliminatorias suelen estar bastante claros: en cuánto puede estar la semifinal, la final, las medallas... Siempre hay sorpresas pero más o menos está estipulado. Por eso sabiendo la marca que puedo tener aquí en las piernas creo que la final es posible. Mi objetivo es poder demostrarlo en la pista y que eso me lleve a donde me tenga que llevar.
-¿Debutar en la Diamond League le ha ayudado para acostumbrarse más a los duelos con los rivales de los grandes campeonatos?
-Hablando con mi entorno, mis amigos y mis compañeros de entrenamiento siempre hemos visto a muchos atletas, grupos de entrenamientos y entrenadores que intentan preparar un estado de forma muy alto demasiado espaciado en cuanto a tiempo. Por eso no me asusta que algunos hayan corrido mucho en diversos campeonatos y lleguen con mejores marcas aquí. Yo estoy muy tranquilo, sé cómo ha ido mi planificación y dónde está enfocada. Otro lo hacen pensando en competir lo máximo posible sabiendo que no se puede competir siempre a un nivel máximo y optimo. No se puede correr en 13.10 todo el año. Me he visto las caras con varios pero en otra época del año.