Atletismo | Mundiales en Tokio

Marta Pérez, única sonrisa en una tarde aciaga: lesiones, errores, mala suerte...

La alegría del oro en los 35 km marcha no trajo suerte a la Selección que sufrió todo tipo de penalidades en el Estadio Olímpico. Sólo la brava soriana pasa de ronda en el 1.500.

Marta Pérez, en su serie del 1.500 en Tokio.
JEWEL SAMAD
Rafa Payá
Nació en Madrid (1976). Licenciado en Derecho con un master de postgrado en periodismo deportivo. Entró en AS en 2004 en Más Deporte para pasar a motor (15 años) y en 2020 regresó a poli donde hace atletismo, golf, deportes olímpicos... Ha cubierto deportes de motor (F-1, MotoGP, Fórmula E...), europeos y mundiales de atletismo, y eventos de golf.
Tokio Actualizado a

El oro de María Pérez en el estreno del campeonato daba un extra de motivación a los 54 compañeros (Fátima Diame fue baja de última hora tras lesionarse ayer preparando su debut de hoy en la clasificación de longitud) de Selección de la gigante de Orce. Y si la jornada matinal dejó un final agridulce con la eliminación del 4x400 mixto (Bernat Erta, Paula Sevilla, Julio Arenas y Blanca Hervás) por 49 centésimas y un único puesto (algo que les obligaba a realizar el calentamiento previo a la ronda de las medallas por si había alguna baja de última hora entre los ocho clasificados), la tarde tenía siete españoles más buscando el pase a finales o semifinales. Y las cosas no fueron nada bien.

Le tocaba romper el hielo al novato Alejandro Quijada en la serie inicial de 3.000 obstáculos, ante un Estadio Olímpico con el cartel de no hay billetes (67.000 espectadores) y la presencia durante algunos minutos del Emperador Naruhito. El campeón de Europa Sub-23 hace dos años tenía una dura papeleta para aspirar a entrar entre los cinco primeros que otorgaban billete directo para la ronda definitiva del lunes (14:55 en España). Y el atleta criado en la escuela municipal de atletismo de Fuenlabrada no pudo lograr el objetivo soñado: décimo con 8:42.30. Era el turno del Kaiman, el siempre valiente Dani Arce. El burgalés de 33 años, que venía de ser cuarto en la final de la Diamond en Zúrich, debía estar entre los quince elegidos. Pese a compartir ronda con nombres como Koech, Bedrani, Girma, El Bakkali o Querinjean. Y el bronce europeo en Múnich 2022 iba cumpliendo como siempre hasta que un enganchón en un obstáculo a falta de tres vueltas le llevó al suelo. Se levantó rápido, pero su rodilla izquierda no respondía. Abandonó en silla de ruedas, abatido y muy dolorido. Afortunadamente, tras su paso por los médicos, el propio Arce confirmaba que no hay que lamentar males mayores: “No es lo que esperaba del día de hoy, pero por suerte no hay lesión importante, sino una fuerte contusión en la rodilla. Al salirse el líquido lo tengo muy inflamado. Y en la muñeca tengo un tendón roto. Es una lástima porque me encontraba muy fácil e iba muy bien. Podía haber luchado por algo grande, pero esto es parte del atletismo", decía cabizbajo.

Sana físicamente, pero con un desempeño muy lejos de su capacidad compitió Irati Mitxelena. La bióloga vasca sólo llegó a 6,27. Eliminada sin paliativos ni excusas. “Aunque tenía buenas sensaciones no he acertado en el talonamiento. No se pueden cometer esos fallos en un Mundial. Eso no quita que la temporada haya sido increíble y estoy muy orgullosa de ella”, afirmaba. Otro que estuvo lejos de su capacidad fue Artur Coll, fuera en la clasificación de pértiga con un mejor intento de 5,40 y tres nulos en 5,55 con una apreciable falta de velocidad al entrar a la caja. Llegaba el turno del trío de experimentadas mediofondistas del 1.500.

La primera en liza, la plusmarquista nacional de la distancia, la soriana Marta Pérez. Y la siempre sólida atleta de 32 años, que celebra sus 25 internacionalidades en Tokio, bordó su labor. Sufriendo con control para firmar la quinta plaza (pasaban seis) en su serie con 4:05.14. Billete a las semifinales del domingo (14:05). “He disfrutado mucho, aunque ha sido una carrera muy sucia y nos hemos pegado bastante. Antes no era capaz de aguantar hasta el último 300 y ahí cambiar por dentro y confiar, y ahora sí lo soy. He sabido estar lista para pasar".

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Turno para la capitana de España, Esther Guerrero (35 años). Mismo objetivo, parecido guion a desarrollar. Valiente y brava como siempre, pero fue séptima pese a firmar un 4:02.20 en series se quedó fuera por... ocho centésimas. Muy parecido lo que le sucedió a Águeda Marqués. Mismo puesto con un tiempo algo peor (4:04.13) en la victoria de la todopoderosa keniana Faith Kipyegon en 4:02.55. “Lo he dado todo y no hay más, últimamente el 1.500 es una lotería”, decía triste la segoviana.

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