María Vicente, a ritmo de récord tras “meses muy difíciles”

El drama que María Vicente vivió en marzo del año pasado, cuando perseguía el oro en el pentatlón de los Mundiales de Glasgow y se rompió el tendón de Aquiles, aún resuena. La española volvió a la competición en mayo, pero el proceso no está siendo sencillo. Mientras lucha contra su cuerpo, sus sensaciones y su mente, eso sí, la combinera se agarra a un lema: #VoyConTodo, escribe en cada una de sus publicaciones en redes. Y este viernes, en los Nacionales de atletismo, celebrados en el Estadio Natalia Rodríguez de Tarragona, lo demostró. Vicente debutaba con el simple objetivo de “disfrutar”. Y disfrutando, aquello que tanto anhela, se puso en disposición de romper el récord de España de heptatlón (6.304 puntos), que es suyo desde 2021. Tras cuatro de las siete pruebas, suma 3.735 puntos, 70 por encima de lo que acumulaba a estas alturas cuando rompió la historia. Con todo.

Y eso que el día de Vicente no empezó de la mejor forma. En los 100 metros vallas, la española terminó segunda (13.77 segundos), por detrás de Sofía Cocsulluela (13.54), y después de tropezar con el séptimo obstáculo. Tras el susto, despegó. En el salto de altura, una prueba que apenas ha podido entrenar desde su lesión, todo empezó rodado. A la tercera, igualó su mejor marca personal (1,77 metros); a la primera, la superó. Alcanzó los 1,80 metros, más que nadie, y se llenó de energía para afrontar la sesión vespertina, en la que siguió acumulando buenas noticias. En el lanzamiento de peso, sólo fue superada por Sandra Ferriz (13,95 metros) y llegó a los 13,24 metros; en los 200 metros, ganó su serie con un crono de 23.77 segundos. Este sábado, intentará rematar la faena en la longitud (11:35), la jabalina (13:15) y los 800 metros lisos (20:50).

De momento, los números salen y María Vicente, que mostró su felicidad después de muchas de las pruebas, sonríe. Porque venía de nuevos tiempos complicados. “A pesar de que estos dos últimos meses han sido muy difíciles, tanto física como mentalmente, hemos decidido salir a luchar por todo”, compartía la combinera la noche anterior a empezar los Nacionales. “Hecho la vista atrás y me veo hace un año empezando a dar mis primeros pasos y haciendo las primeras rectas en hierba. Salgo a competir por aquella María, la que sufrió y perdió tanto en ese 2024, y la que nunca dejó de trabajar y luchar por sus sueños”, añadía Vicente, que hace dos semanas se tuvo que bajar del mitin de Madrid a última hora (iba a competir en longitud). En junio, completó su primer heptatlón desde Tokio 2021. Fue en Götzis (Austria) y se quedó a 16 puntos de su récord. Ahora, lo amenaza de nuevo.

Los ilustres se coronan... con una sorpresa

En total, la primera jornada en Tarragona coronó a nueve campeones nacionales. Por la mañana, Paul McGrath voló en los 10.000 metros marcha con la tercera mejor marca española de la historia (38:49.76) e Inés López, reciente campeona de Europa Sub-23, no falló en el lanzamiento de disco (56,61 metros), con Diego Casas (62,86 metros) como ganador de la prueba masculina por tercera vez seguida. Por la tarde, Mónica Clemente, en pértiga (4,25 metros), fue la primera en colgarse el oro. Ya de noche cerrada, con las dos finales de los 100 metros lisos como colofón, triunfaron Guillem Crespí (10.20), que se hizo con su primer título nacional con la mejor marca española del año, y Aitana Rodrigo (11.30), con marca personal incluida, siendo la quinta mejor atleta nacional de todos los tiempos y sorprendiendo a la favorita Maribel Pérez, que fue tercera (11.37).

En medio, cumplieron con su papel (y algo más) varios nombres ilustres. En los 3.000 metros obstáculos, Daniel Arce logró su tercer título seguido con un tiempo de 8:25.49. Tras el burgalés, que ganó con autoridad, recogió el testigo Marta García, que le hizo un regalo al público tarraconense. Con un crono de 14:59.23, batió el récord de los campeonatos en un 5.000 en el que corrió sola de principio a fin (le sacó 38 segundos a la segunda, Carla Gallardo). Fátima Diame, en un gran estado de forma, tampoco falló en el salto de longitud. La valenciana, a la que le “costó entrar en competición”, encontró una dignísima rival en Irati Mitxelena, que alcanzó los 6,64 metros en su segunda intento. En su quinto, Fati le superó (6,73); en el sexto, fue un poco más allá (6,77). Los siete metros, su gran objetivo, se le siguen resistiendo, pero su constancia ilusiona camino de los Mundiales de Tokio, muy presentes en Tarragona.

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