María Pérez García (Orce, Granada, 29/04/1996) llegó a la Gala de AS directamente desde Mónaco. Con el premio de mejor atleta femenina fuera del estadio de 2025 debajo del brazo. Un galardón de World Athletics, que ningún otro español, hombre o mujer, había logrado en un siglo de historia. Un reconocimiento que agranda aún más el legado de la locomotora de la marcha, ese prodigio de 156 centímetros que sólo tiene de diva su palmarés. En todo lo demás, es simplemente María. Una cabezota con una capacidad de sacrificio inhumana que junto a su inseparable Jacinto (Garzón, su entrenador), con el que lleva desde los 11 años, se ha colgado del cuello cuatro medallas de oro planetarias (única fémina en la historia en lograr dos dobletes consecutivos para unirse a un club en el que sólo están Usain Bolt, Carl Lewis y Mo Farah) y dos olímpicas en los Juegos de París 2024 (oro en relevo mixto junto a Álvaro Martín) y plata en la prueba individual.

“Cuatro medallas de oro consecutivas en Mundiales no es nada fácil de conseguir. Sin mi equipo de trabajo, sin Jacinto no sería posible. Es un premio de toda la comunidad del atletismo español y de la marcha. Seguí trabajando pese a mis problemas técnicos en la sombra para que luego se vean los resultados ha sido muy bonito”, decía en su discurso en el Principado. Concisa. Cuatro ideas para sintetizar una vida dedicada a la marcha. Ya en Madrid, pisando la alfombra roja del Hotel Palace, María volvió a mostrar su calidad humana, esa que es su esencia y que solo cambia cuando se pone a marchar en competición y se convierte en una apisonadora de kilómetros y rivales.

De manos de Laura Gil, responsable de patrocinio de Iberdrola, María recibió su merecidísimo Premio AS del Deporte 2025. Un año en el que el doblete mundial en Tokio ha tenido, por fin, más repercusión mediática que nunca encumbrándola a ese debate que la sitúa como aspirante a un puesto muy alto entre los mejores deportistas españoles de la historia. Junto al último premiado en la noche, Rafa Nadal, con el que comparte similitudes. “Mentalmente, creo que tenemos una capacidad similar de sufrimiento y de agonía; de esa fuerza de que cuando estás mal ni lo mostramos en el rostro”, afirma la granadina, que quiso agradecer el reconocimiento de AS... tras ser también protagonista genial en la entrega de su premio a Carolina Marín.

“Estoy encantada de estar aquí con tantos grandes deportistas y recibir este premio. Me he despertado a las 4:30 de la mañana para estar aquí, pero quiero devolver el cariño a la gente y también a los periodistas que van a los campeonatos a contar nuestras historias, AS entre ellos”, finalizaba el prodigio de Orce.

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