ATLETISMO | MUNDIALES EN BUDAPEST
La marcha coge la bandera
Primer día de Mundiales con los 20 km masculinos, un día antes del femenino. “Podemos dar una enorme alegría, España tiene un equipo muy potente”, dice María Pérez.
Dicen que todo proceso debe empezar de forma paulatina para aumentar la exigencia, pero los Mundiales de Budapest se inician con las revoluciones a tope... al menos para los intereses de España. El primer día de competición se abre el sábado con los 20 km marcha masulinos (08:50), prueba que verá su versión femenina el domingo (07:15). En el medio llegará la clasificación de longitud con Fátima Diame, Tessy Ebosele y María Vicente; la primera ronda de 1.500 masculinos (Mo Katir, Adel Mechaal y Mario García Romo) y femeninos (Esther Guerrero, Águeda Marqués y Marta Pérez); y la de 3.000 obstáculos con Dani Arce y Víctor Ruiz.
Grandes nombres de nuestro atletismo, que espera sumar al medallero desde el inicio con la marcha, esa especialidad que tanto ha dado y que vive momentos de zozobra y cambios. María Pérez (Orce, Granada, 27 años) doblará 20 y 35 y es una de las grandes esperanzas. En 2022 vivió un año muy complicado con las descalificaciones en los Mundiales de Eugene y los Europeos de Múnich, pero llega con ilusión: “Lo que me pasó el año pasado me ha hecho más fuerte. Tocó olvidarlo y volver a trabajar con ganas para nuevos retos, como éste de Budapest. He trabajado mucho durante estos meses y ha dado su fruto, pero ha sido complicado porque hubo momentos de querer tirar la toalla. Hacerlo bien aquí sería una forma de darle las gracias a toda la gente que me ha apoyado y animado para que no me diera por vencida y me rindiese”, asegura a AS.
Las dudas en el marchar hicieron que la española buscara soluciones: “Visité a Pepe Marín en Barcelona y también he contado con la ayuda de Bea Pascual. Al final han sido pequeños cambios, pero que para mí son grandes. Empecé a finales de diciembre a marchar hasta el día de hoy y a grandes rasgos es dejar la pierna más atrás y la posición del tronco. Como digo son pequeños detalles pero he tenido que cambiar mi manera de marchar completamente”.
En 2023 ha batido el récord del mundo de 35 km (única mujer en la historia que ha tenido una plusmarca universal de atletismo) y sobre todo ha vuelto a terminar una carrera, su primera meta en Budapest: “Tener el récord del mundo de 35 km es un orgullo, pero vamos que lo mismo me dura hasta el jueves (risas). Los récords están para batirlos y ojalá pueda batirlo yo. El objetivo inicial aquí es simple y sencillo: acabar. Y luego si doy mi mejor versión como he hecho hasta ahora seguro que pueden salir grandes grandes cosas. Tengo un plan A, un B y un C... como se hace en psicología pero me los quedo para mí. Creo que si compito bien puedo estar en un buen puesto. Pero como digo me iría contenta acabando los 20 y los 35. Doblar prueba es una decisión basada en que me he ganado la plaza. En Eugene 2022 había siete días entre una prueba y otra y aquí hay cuatro, me parece un reto personal y me apetece vivirlo”.
¿Y cómo ve al equipo español? “España ha traído un equipo muy fuerte en todas las categorías tanto en hombres como en mujeres. Estoy segura que Álvaro (Martín) lo va a hacer muy bien en la doble prueba que hace como yo, Miguel Ángel (López) viene de ser campeón de Europa, Diego (García Carrera) y Raquel (González) don medallistas continentales, Alberto (Amezcua) y Cristina (Montesinos) y Antía (Chamosa) están en gran forma... Es un equipo bastante potente y estoy segura de que si andamos por las marcas que normalmente solemos hacer podemos dar una dar enorme alegría”.
Medallas o puestos de finalista que traerán de nuevo al debate la importancia de pelear por esta disciplina que ha ganado 17 de los 41 metales totales que España suma en Mundiales al aire libre. “La marcha se merece un respeto. Es la disciplina que más le ha dado al atletismo español”, enfatiza María, que explica: “La marcha española tiene una excelente salud y eso es muy bueno para la situación que tiene la disciplina. Estamos en un momento de transición en el que quieren cambiar cosas, pero a veces cambiar es perjudicar. Si quitan pruebas de marcha se abre la veda para que puedan quitar cualquier disciplina y entonces los problemas serán para todos”.
Por último, aunque ahora Budapest copa su mente... en el horiznote se vislumbra París: “Me gustaría estar en mis segundos Juegos Olímpicos... y ojalá que en mis terceros en Los Ángeles, eso querría decir que la marcha sigue en el programa. París me ilusiona porque está cerca y podría compartirlo con los míos y se vivirán vivir con normalidad porque en Tokio con la pandemia no la tuvimos”.