Crisis en el fondo keniano: siete casos de dopaje en diez días
La riada incluye a Marius Kipserem, doble ganador en la maratón de Róterdam, o a Diana Chemtai, campeona el año pasado en Boston.
Kenia, una de las grandes potencias del atletismo mundial, la patria de Eliud Kipchoge o Brigid Kosgei entre otros grandes fondistas, vive una crisis de dopaje entre sus atletas de larga distancia. En solo diez días se han reportado hasta siete casos, en una riada que se ha llevado por delante algunas figuras de cierto renombre.
Uno de ellos es Mariud Kipserem, ganador en la maratón de Róterdam en 2016 y 2019, que ha sido inhabilitado tres años por la Unidad de Integridad del Atletismo por uso de EPO. Philemon Kacheran, tercero en Valencia este año, pasará el mismo tiempo fuera de las pistas por emplear testosterona para mejorar su rendimiento. Mark Kangogo, último vencedor de la Sierre-Zinal, tendrá otros tres años de dique seco por nandrolona y triamcinolona. Keneth Kiprop, que se hizo con las medias de Praga y Lisboa en este 2022, por metasterona; Ibrahim Mukunga, que alzó los brazos en media de Helsinki, por nandrolona; Diana Chemtai, la más rápida en Boston en 2021, y Betty Wilson, ambas por triamcinolona acetónica, completan el cuadro de ‘cazados’.
En la foto también sale el agente italiano Gianni Demadonna, que comparten muchos de los nombres citados y que ya ha negado su implicación en el asunto. “Nuestra política es que cuando tomen un medicamento nos lo digan. No puede vivir con ellos”, sentenció preguntado al respecto de un problema que ha llevado a la Agencia Antidopaje keniana a pedir ayuda a federaciones y otros entes para ponerle solución.