Cheptegei, un regalo navideño para Vallecas: “Es un honor”
El fenómeno ugandés, campeón olímpico y mundial, doble plusmarquista, será el hombre a batir en la 58ª San Silvestre.
El Centro Municipal de Deportes Daoíz y Velarde, en Pacífico, es un tumulto. Falta un día para que arranque la 58º edición de la San Silvestre Vallecana (la prueba élite saldrá este sábado a las 19:55 y se podrá seguir a través de Telemadrid), el clásico por antonomasia de las carreras populares españolas, la fiesta de fin de año del running. Se hace cierto silencio en la sala cuando comparecen las luminarias de la carrera masculina, encabezadas por Joshua Cheptegei. El ugandés es el gran regalo navideño de Vallecas. Un campeón olímpico (5.000) y mundial (10.000), el plusmarquista del globo en ambas distancias (12:35.36 en 5.000, 26:11 en 10.000, la de esta cita), que corre por primera vez en Madrid.
Lo considera “un gran placer y honor”, reconoce a AS, y agradece la “invitación”. Bajo el cortavientos, que le da un aire imponente a su cuerpo de 1,67 y poco más de 50 kilos, trasluce un tipo humilde, en línea con los grandes fondistas africanos. Hombres sencillos, reacios a darse la importancia que otorgamos a sus marcas. Cheptegei ha pasado los últimos meses recuperándose de una lesión que sufrió tras doblar en 5.000 y 10.000 en los pasados Mundiales de Eugene. “Ya está todo bajo control. Descansé tras el Mundial y estoy sano”, cuenta antes de declarar su amor por España, un lugar que le ha dado sus “mejores momentos”. Fue en Valencia, hace dos años, donde consiguió el mejor crono de la historia en 10.000. Aquí se pone el listón más bajo. El objetivo es “coger sensaciones”, aunque reconoce que solo “la victoria” le daría plenitud.
Cree que el recorrido, “rápido”, le va bien, y al margen de resultados está “deseando” comprobar de primera mano cómo es la famosa atmósfera especial que rodea a este evento. Le gusta Madrid, que considera “una ciudad divertida”, de la que le atrae especialmente la presencia del Atlético y el Real Madrid, con aficiones entregadas que le espera poder conocer. Él es quien aparece como el principal favorito, pero ¿a quién considera el rival más peligroso? Inevitablemente surge el nombre del español Mo Katir, vigente campeón, quien considera que “ha progresado mucho” este año y que es “uno de los grandes atletas” del momento.
Katir recoge el guante. Le parece “increíble” que se le pueda considera un rival digno del africano, al que espera aguantar “al menos los primeros cinco kilómetros”. Cree que sería factible si se corre “a ritmo de 27:30 o 27:40″. Carlos Mayo, otra de las figuras españolas, aragonés con raíces madrileñas que debuta en la prueba, confiesa que le tiene “mucho respeto al recorrido”. Como Noah Kibet, uno de los ‘yogurines’ de la edición, que a sus 18 años espera poder correr en el entorno de los 28 minutos.
La metamorfosis de Carro
A Fernando Carro, que completó el quinteto presente, le alucina que se hable con tanta soltura de marcas como las citadas, dado que implicarían “bajar de 13:30 en el 5.000″. El madrileño reconoce que su carrera empieza a tomar derroteros diferentes, a alejarse de los obstáculos para centrarse en la ruta. París 2024, cuando tendrá 32 años, sería “un buen momento”, dice, para terminar de centrarse en este tipo de pruebas, medios maratones, etc. El año pasado, a estas alturas, “no quería saber nada de deporte” y vivió la San Silvestre desde la barrera. Ahora vuelve al asfalto como uno de los corredores nacionales a tener en cuenta.
Obstaculista como él es la keniana Beatrice Chepkoech, campeona mundial de la modalidad en 2019 y una de las estrellas femeninas de esta edición, que cree que no será un test “fácil”, pero apunta a “una gran marca”. En la misma línea se pronuncia otra de las favoritas, la burundesa Niyonsaba, que viene a dar “lo mejor” de sí. Con semejante cartel, la alcorconera Laura Priego, sexta el año pasado y baza española junto a otras como Laura Luengo o Naima Ait Alibou, ve complicado “repetir resultado”. Saldrá “con cabeza” para no sufrir tanto en el duro tramo final, con destino al Estadio de Vallecas, que una vez más coronará esta San Silvestre cargada de regalos para los runners madrileños.