Billetes ‘low cost’ para Duplantis y Lyles
El sueco se mete en la final de pértiga y el norteamericano pasa a semifinales en los 100 metros con la ley del mínimo esfuerzo. El 800 español femenino, eliminado.
Como el que salta un charco en un parque. Armand ‘Mondo’ Duplantis debutaba en los Juegos de París de una manera testimonial para él en la clasificación de la pértiga. Mientras 28 saltadores peleaban por franquear alturas que les acercaran al objetivo de estar entre los doce finalistas (lunes, 19:00 horas), el sueco de 24 años que tiene el récord del mundo en 6,24 paseaba por el Stade de France. Se aburría, se reía, se cobijaba del sol tumbado en el tartán morado mirando a la abarrotada y ruidosa grada para entretenerse.
Rutina habitual en los grandes concursos para el ‘Ícaro de los cielos: salto válido inicial sobrándole una distancia insultante al listón en 5,60. Y de nuevo a esperar a que el resto fuera avanzando y cayendo, celebrando intentos que para ‘Mondo’ no son ni entrenamientos exigentes. Repetición del guion en el 5,75. Murmullo de asombro en las 80.000 asistentes al ver su desempeño. Era más que suficiente, billete sellado a la final. Sin tener que dar los datos. Se lo tienen ya reservado con mucha antelación.
Mientras el prodigio que borró a Bubka de todos los libros esperaba, Saint Denis rugía con los aspirantes a hombre más rápido del mundo, liderados por el norteamericano Noah Lyles a la cabeza. Primer ronda, búsqueda de semifinales. Serie 3 para el tricampeón del mundo. Brazos arriba, índices levantados para determinar qué número ocupa entre los favoritos, sonrisas a la grada. Pistoletazo y Lyles miraba a ambos lados. No iba a forzar lo más mínimo. Sólo quería controlar que tres atletas no quisieran poder decir que habían derrotado al fastuoso velocista de 27 años.
El británico Hinchliffe se exprimió para ganar con 9.98. Lyles entró suelto y relajado con 10.04. No tocaba esforzarse demasiado, sólo desplazarse a un ritmo elevado. Mañana sera el turno de las semifinales (20:00) y final (21:55). Ahí se verá cuánto es capaz de correr el de Florida. Y si nombres como Tebogo, Jacobs, Thompson, Simbine, Kerley, Eseme, Bednarek, Hughes, Blake, De Grasse, Matadi o Seville pueden evitar el primer oro olímpico del relámpago de Gainesville.
Estrellas internacionales que seguirán compitiendo en París 2024, no así las dos españolas del 800 que no pudieron pasar la repesca, ese invento que no gusta a casi nadie y que aparentemente no trae beneficios respecto al modelo anterior salvo el de que nadie se elimine con una única carrera en su cuerpo entre el 200 y el 1.500. Lorea Ibarzabal luchó y estuvo muy cerca en su serie al acabar tercera con 1:59.82, y por tiempos se quedó a 16 centésimas de las semifinales; Lorena Martín no pudo ni soñar con el objetivo, sexta con 2:03:04. “Me voy muy contenta, a una centésima de mi marca personal sin casi descanso ni recuperación. Con el nivelazo que hay me he quedado cerca de pasar”, decía Ibarzabal. Por su parte, Jorge Ureña hacía 14.29 en 110 vallas y lanzaba 40.92 en disco. Iba undécimo en decatlón tras siete pruebas con 5.722 puntos.