Ana Peleteiro, campeona de España sin mínima para los Mundiales

Tras 15 meses fuera de las pistas y cinco después de ser madre, Ana Peleteiro volvió a la competición el 14 de junio, en la reunión de Castellón. Su mejor salto entonces fue de 14,13. El inicio de un viaje hacia los Juegos Olímpicos de París y, en medio, a los Mundiales de Budapest, del 19 al 27 de agosto. A Torrent, llegaba con cuatro pruebas después de dar a luz. En la última, en Bilbao, alcanzó los 14,15 metros. En los Nacionales, este domingo, voló hasta los 14,21 para proclamarse campeona de España por sexta vez, pero sin mínima RFEA (14,25), el suelo exigido por la federación española para ser seleccionable. La gallega tiene los suficientes puntos en el ranking de World Athletics para estar en la cita húngara, pero la mínima RFEA, salvo un cambio de criterios, le cerrará el paso.

“Estar aquí es un logro y un éxito, pero los competidores somos así. Me voy con buen sabor por el primer puesto, pero cuatro centímetros no es tanto... Sinceramente, lo hablaba con Iván (Pedroso, su entrenador), hay que ser justos con uno mismo. Siendo bronce olímpico, no quiero ir a los Mundiales en estas condiciones. Nunca me hubiese planteado estar aquí antes de dar a luz. Esto me va a dejar con ese mal sabor de boca para cogerlo con más ganas”, decía Peleteiro tras su actuación, la mejor desde que volvió a las pistas. Sus series, además de meritorias e inspiradoras, ya son esperanzadoras. 13,81-14,21-13,97-X-X-13,97, firmaba este domingo. La medallista en Tokio y plusmarquista nacional (14,87) se acerca a zancadas.

Después de la tempestad, sí dejó virtualmente sellada su presencia en Budapest, con un salto de 14,20, una María Vicente que, ni 24 horas antes, había vivido una montaña rusa de emociones. La catalana, en longitud, celebró un salto de 7,02 metros... que nunca fue. El sonado error en las mediciones dejó su resultado en el aire. Este domingo, mientras competía, la RFEA oficializaba la resolución, un reajuste de las marcas, de acuerdo con la desviación estimada, de unos 20 centímetros. Su 7,02, de plata, pasaba a ser un 6,81; el 7,09 de la ganadora Ebosele, un 6,89.

“Si no eran siete metros, no quiero tener en mi palmarés algo que no tengo en mis piernas todavía. Pero también es el momento de reivindicar, un poco cansada. Es la segunda vez que me pasa. Nos exigen la excelencia par estar en al equipo absoluto y estoy molesta con el trabajo. Creo que hubiera afrontado el último intento de forma diferente y han jugado con el trabajo de todas nosotras”, alzaba la voz María tras su actuación en el triple, recordando el episodio que vivió en 2021. Entonces, le arrebataron un salto válido cuando luchaba por el oro en los Nacionales de pista cubierta, en Gallur. El responsable del rastrillo, en aquella ocasión, le borró la marca, notable, antes de que pudiera ser contabilizada.

Este domingo, María se evadía de todo lo ocurrido para volar hacia Budapest. Necesitaba saltar por encima de los 14 metros para tener opciones y lo conseguía en su segundo intento, el último válido. Lo celebraba efusivamente con su entrenador, Ramón Cid, y se relajaba tras toda la tensión. Merecía esa sonrisa. El trabajo estaba hecho. Su tres siguientes intentos eran nulos y, finalmente, rechazaba el último, por precaución. “Después del mitin de Madrid (la semana pasada), acabé con molestias en la planta del pie. Las he vuelto a sentir y no me valía la pena arriesgar. Cruzo los dedos para estar en Budapest. Ahora, a descansar en casa”, explicaba. Menudo fin de semana.

Ben mejora su 2023: a Budapest con récord

Nuevo capítulo en el mágico 2023 de Adrián Ben, que no podía esconder su sonrisa al proclamarse campeón de España de los 800 metros, otra de las pruebas estrella de los Nacionales. Como en el caso del 1.500, el nivel era excelso y, de cara a Budapest, no hay hueco para todos. Ben fue el que se apoderó del billete directo, reservado al ganador: con un tiempo de 1:45.01, récord de los Nacionales, se impuso a Mohamed Attoui por centésimas, por el golpe de riñón (1:45.06). Porque, como demostró en los Euorpeos indoor de este año, con el oro continental, ya es un ganador. “Le decía a Águeda, mi chica, que he currado tanto, tanto y tanto que, con lo que llevo de año, ya me quedaría satisfecho, pero me veía tan bien que quería un poco más”, revelaba tras la victoria, pletórico.

Saúl Ordóñez, finalmente tercero (1:45.77), fue el primero en lanzar la carrera. Quería imponer su ritmo y lo hizo durante la primera parte, con un paso por el 400 en 51.31. Ben, tras regalar su saludo militar a la cámara, se pegaba tras él. Siempre cerca, sin ceder metros ni quemarse. Attaoi fue el primero en cambiar de ritmo para retar al propositivo Ordóñez y Adrián, atento, cambiaba de rueda para finalizar. “Cuando he visto que la carrera salía rápida, he dicho: ‘Maravilloso’. Como decía mi entrenador, marca personal en 400″, bromeaba con la seguridad de verse en Budapest. Los otros dos puestos en la lista están caros. Saúl, Attaoui y Mariano García, que terminaba cuarto pese a estar encerrado y muy retrasado en el tramo final, son seleccionables.

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Bestué piensa en los Juegos

El mayor proyecto de velocista español en años, Jael Bestué, no defraudó en Torrent. Este domingo por la mañana, establecía un nuevo récord de los Nacionales para los 200 metros (23.00); por la tarde, lo mejoraba (22.72) para proclamarse campeona de España por cuarta vez. Tiene mínima directa para Budapest tanto en los 100 metros como en los 200. Y los afronta con ambición. “¿Qué más le podemos pedir a Jael Bestué? Una marca personal y mínima olímpica”, bromeaba, confiada, tras alzarse con la victoria nacional. “Mi objetivo en los Mundiales es hacerlo lo mejor posible, estar en mi mejor forma y en mi marca”, añadía. Las fronteras patrias se le quedan pequeñas.

La actuación de la atleta del FC Barcelona fue una de las más destacadas en la última sesión de los Nacionales, que también coronaron a Carlos Rojas (altura, con 2,16 metros), Nicolás Quijera (jabalina, 77,44 metros), María Belén Toimil (peso, 17,89 metros), Lorea Ibarzábal (800, con 2:01.01), Pol Retamal (200, con 20.48), Laura Banko (100 metros vallas, con 13.26) y Enrique Llopis (13.40). “Iba a ser una carrera rápida, lo sabíamos. He empezado atrás, he sabido mantener la calma y, en los últimos 200, he ido con todo. ¿Quién me iba a decir hace un año que estaría en Budapest, en mis primeros Mundiales?”, celebraba Ibarzábal tras cerrar su billete. Su cara, como la del resto de atletas que han conseguido su pase a los Mundiales, es la más alegre de unos Nacionales que han dejado siete récords de los campeonatos, un récord nacional sub-23 (Marta Serrano, en los 3.000 metros obstáculos) y nueve nuevas mejores marcas dentro de las fronteras.