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ATLETISMO | NACIONALES

El indestructible Mechaal: oro por delante de Katir y Romo

El diploma olímpico se lleva la prueba estelar del 1.500, la más rápida en unos Nacionales, superando a los otros dos favoritos. Directo a los Mundiales.

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El indestructible Mechaal: oro por delante de Katir y Romo

Habían generado mucha expectación, ellos y sus marcas, y respondieron a lo prometido. “Que la gente encienda los televisores y disfrute de una de las mejores finales de la historia de España, si no la mejor”, decía Mario García Romo el sábado, después de vencer en su serie. Seguramente, lo fue. Como mínimo, fue la carrera más rápida de la historia en unos Nacionales. Con un tiempo de 3:33.44, Adel Mechaal, el más frío, el más calculador, el más inteligente, voló por delante de Mohamed Katir (3:33.76) y el propio Romo (3:34.77), campeón el año pasado. También por delante de un tal Fermín Cacho, que tenía la mejor marca de los campeonatos (3:34.52, en Barcelona 1991). Como se esperaba, Torrent fue la capital planetaria del 1.500. En un par de semanas, lo serán los Mundiales de Budapest (del 19 al 27 de agosto). Allí estarán Mechaal, que se garantizó la plaza con la victoria, y sus dos compañeros de tricefalia, salvo terremoto. Optan a todo.

En un horario extraño (12:25) para una prueba estelar, a más de 30 grados y un 65% de humedad, los tres grandes favoritos salieron con calma, sabedores de su poder. El nivel general era muy alto, con Jesús Gómez e Ignacio Fontes en posesión de los requisitos para ser mundialistas (con sólo tres huecos en la Selección), pero el del tridente se escapa de los márgenes de la historia española. Katir, con el récord (3:28.76), tiene tres de los cinco mejores tiempos nacionales de siempre en la distancia. Los otros dos son de Cacho y Romo. Conjuntamente, son los únicos españoles que han sido capaces de romper la barrera del 3:30.

Dos de ellos estaban presentes en Torrent y Cacho ‘apareció' por obra y gracia de Mechaal, un poco más abajo en la lista de ilustres. Su mejor tiempo es de 3:30.77, el octavo a escala nacional, logrado en los Juegos de Tokio, en los que fue diploma (5º). Adel, pupilo de un Antonio Serrano que no para de amasar medallas en los Nacionales, corre de otra forma. No tiene los mejores tiempos, pero no los necesita. Contemporiza y se muestra indestructible ante las embestidas rivales. A sus 32 años, frente a la explosiva nueva hornada, tiene la experiencia del competidor, el mapa de las grandes plazas. Sin ir más lejos, fue el único de los tres en discordia que no ganó su serie en semifinales. Este domingo, se resguardaba hasta el tramo final. En los primeros metros, el orden era Romo, Mechaal y Katir, a cola de grupo; después, pasó a ser Katir, Mechaal y Romo, ya en cabeza. Marcaje al hombre. Siempre en medio. Todo controlado.

Antes del toque de campana, Mo, que lo había anticipado, lanzaba su ataque. El mundo se dividía. La élite absoluta y, por detrás, muy buenos atletas a rebufo de los elegidos. La carrera se corrió desde el principio, envalentonada por El Khayami (56.21 en los 400 metros y 1:55.81 en los 800), a ritmo de mitin, como si se tratara de una de esas reuniones Diamond en las que tanto ha brillado este curso Katir, que apretaba los dientes. El de Mula pasaba el 1.200 en 2:52.86. Mechaal se agarraba tras él y, a varios metros, quedaban Romo y Fontes, con el resto a leguas. “Quiero felicitar a Katir, porque gracias a él ha sido un espectáculo digno para que quede en la historia”, decía Mechaal, que no tembló ante el acelerón. Sin gastar de más, pero sin ceder metros.

Hasta la recta final. “Ganarles a ellos es una clara garantía de hacerlo bien en los Mundiales. Quedan dos semanas para prepararlos y hacer disfrutar a la gente en casa. Son dos de los mejores atletas de la historia (Katir y Romo) de Europa y superarles es un motivo de orgullo”, celebraba Mechaal, que cambió de ritmo en los últimos 200 metros para colgarse su cuarta corona española. En suelo internacional, en Budapest, el milqui español volverá a encender las televisiones de todos los aficionados al atletismo. Hay vida más allá de Jakob Ingebrigtsen. Y está en España.

Husillos, ganador sin mínima

En una carrera igualada hasta el final, de toma y daca entre los dos favoritos, como ya se había visto en la reunión de Madrid hace una semana, Óscar Husillos se impuso a Iñaki Canal en la final de los 400 metros. El primero paró el crono en 45.36 y el segundo, en 45.41. Ninguno de los dos logró el gran objetivo, que ya persiguieron en la capital: alcanzar la mínima RFEA (45,25). Se volvieron a quedar cerca y España, salvo un cambio de criterios, no contará con representación individual en Budapest. “Ha sido una final que el público ha agradecido. Igual esperaba un poquito más. No han podido ser esas dos mínimas que ya perseguimos en Madrid, pero la final se ha decidido en los cuadros. Hay que pensar en el relevo, que está clasificado, y darlo todo en los Mundiales”, valoraba Husillos, que logró su sexta corona nacional, igualando a David Canal.

Tanto Husillos como Iñaki Canal cuentan con los suficientes puntos en el ranking de World Athletics. La federación española, sin embargo, además de la clasificación internacional por puestos, exige una marca mínima propia, esos 45,25 segundos que, a no ser que se termine abriendo la mano, no permitirán representación individual. Salvo variaciones, el 400 femenino tampoco contará con ella. En su caso, no va de centésimas (mínima RFEA en 51,30). El 4x400, sin embargo, también estará presente. Tras la final de Torrent, los billetes para viajar a los Mundiales se encarecen. Eva Santidrián (52.67) revalidó título en una final con tres marcas por debajo de los 53 segundos. Entre ellas, la de Herminia Parra, segunda (52.73), que irrumpió para tocar a las puertas de la Selección. Laura Bueno (52.80) completó el podio.

Calculadoras y susto en longitud

Tras el lío en la prueba femenina, la longitud masculina amaneció con el ambiente enrarecido. Todo se miraba con lupa y las precauciones se extremaron. En medio de ese clima, el favorito, Jaime Guerra, logró el oro con marca personal (8,14). Con la mínima RFEA en su poder, depende del ranking World Athletics para estar en Budapest. Tras él, sin poder alcanzar los 8,05 metros exigidos por la federación, se colgó la plata Héctor Santos, que saltó 7,96 en su único intento válido, el segundo. El bronce fue para el sempiterno Eusebio Cáceres (7,80). La noticia negativa de la mañana la dejó el decatleta Jorge Ureña, con billete para estar en los Mundiales. El valenciano consiguió su mejor marca en la prueba (7,69), pero tuvo que ser ayudado para abandonar el foso tras su último intento, con cara de dolor.

Una Stancev, en la altura femenina, dejó otra de las actuaciones de la mañana. La granadina, con la mejor marca española del año y superando sus registros personales, revalidó título elevándose hasta 1,86. En jabalina, la vizcaína Arantza Moreno se colgó su quinta medalla de oro nacional, llegando a los 55,86 metros. En el 1.500 femenino, Esther Guerrero también hizo bueno su previsible dominio (4:18.71). En las semifinales de los 200 metros, finalmente, la velocista española del momento, Jael Bestué, batió el récord de los Nacionales. Con un tiempo de 23.00, y algo de viento favorable (+1,2), superó la marca de María Vicente, que estaba en 23,03, dejándose llevar en los últimos metros.