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GIMNASIA

Almudena Cid: “Mi matrimonio no era un maillot hecho a mi medida”

Declaraciones de la gimnastas vitoriana, que está promocionando un libro autobiográfico en estas fechas. La alavesa se abre en canal con esta experiencia.

Vitoria
Almudena Cid en una gala
Juan Naharro GimenezGetty

“Caminar sin punteras” es la nueva novela de Almudena Cid (Vitoria, 15 de junio de 1980, 42 años). Presentará la obra en su ciudad natal el próximo 3 de abril y en Bilbao, un día después. Mientras tanto, ha concedido una entrevista al Diario AS. La ex gimnasta alavesa habla de su ruptura matrimonial y de sus consecuencias, que plasma precisamente en ese libro. “Creo que ya lo he superado pero ha sido un año muy complicado en lo personal, el peor de mi vida. Escribir me ha servido de terapia, para ordenarme, colocar las cosas en su sitio y muchas cosas más. Son vivencias que suelen suceder, son habituales, pero también hay que saber superarlo. Me afectó incluso en cuanto a la situación física porque perdí muchos kilos, no quiero volver a verme así. Hay que comer, dormir y respirar”, aseguró.

El terremoto ha pasado y, a pesar de sus huellas, todo va volviendo a su cauce. “Ahora está todo más tranquilo pero lo cierto es que ha sido bastante difícil”. Por si fuera poco, la prensa del corazón ha estado encima de su caso. “Nunca imaginé verme involucrada de esta manera pero lo entiendes porque eres un personaje público y también hay que saber llevarlo”, añadió. Todo ha sido un aprendizaje. En ese sentido, señaló que “he notado que tuve que madurar de una manera muy brusca pero está claro que era la única forma de superarlo. El final de mi carrera deportiva coincidió con el inicio de la vida en pareja y yo no había tenido apenas experiencias y no estaba preparada para gestionar este tipo de situaciones”, explicó.

Uno de los errores que cometió Almu fue encerrarse en sí misma y no compartir sus miserias con nadie. “No conté mis problemas a nadie, por ejemplo, para que mis padres no sufrieran por mí. La confusión, por lo tanto, fue grande. Acostumbraba a hacerlo cuando me dedicaba al deporte y luego lo puse en práctica en mi vida persona. De todas maneras, hay que hacer una lectura de lo bueno y puedo decir que me he encontrado conmigo misma gracias a esta experiencia”, advirtió. Cid imparte clases de rítmica a un grupo de niñas en Madrid, es comentarista de televisión en las competiciones internacionales de rítmica y actúa en la obra de teatro “Ladies Football Club”, adaptada y dirigida por Sergio Peris-Mencheta, que ahora mismo está de gira. Tras escribir “Olympia”, ahora promociona su “Caminar sin punteras”.

El encontrarse sola en Madrid también se le hizo bastante cuesta arriba. Su familia vive en Vitoria y también tiene ancestros en Extremadura. “Eso fue muy duro para mí porque es cuando necesitas que te abracen y que te arropen. He tenido apoyos de mucha gente en las redes por ejemplo. Muchas mujeres y también algún hombre”, analizó. Está buscando una parcela en Álava para hacerse un casa. “Me he sentido un poco en tierra de nadie y quería volver a mi tierra. Ahora tengo claro que regresaré a Vitoria para estar con mi gente, con mi familia, con mis amigos”, observó. “Mis padres están emocionados y también mi sobrino Marko, que nació en medio de esta situación. Me ayudó mucho tenerlo en mis brazos. Quiero ver su evolución como personita”, justificó emocionada.

El haber sido una gran deportista profesional también le ha ayudad para afrontar esta situación vital. “Siempre hablamos de los valores del deporte y creo que han salido en los momentos más importantes de mi vida. He competido con un menisco roto pero esto ha sido un dolor muy fuerte en lo emocional, ha sido diferente. Me ha servido mucho el haber sido deportista para poder utilizarlo en los momentos clave. Ahora me conozco mucho más. En la vida deportiva yo estaba idealizada y ahora entiendo que hay etapas de la vida en los que hay que saber resurgir para poder seguir adelante”, dijo.

Su capacidad para conseguir objetivos le llevó a situaciones equivocadas y complejas. “Con el esfuerzo en la vida siempre conseguía las cosas que me planteaba como objetivo en el mundo del deporte: lesiones de menisco, ciática, hecha polvo pero al final plaza olímpica. En el caso del matrimonio pensaba que iba a cambiar las cosas pero no ha sido así y tampoco quiero perder mi esencia, mi ser. Hay una fábula que dice que una gallina y un cerdo hablan de abrir un restaurante y hacer huevos con beicon. La gallina propone que ella pondrá los huevos y el cerdo, el beicon. Pero él no se da cuenta de que la gallina seguirá normal y que él será el sacrificado. Eso me ha ocurrido a mí, y en este caso yo soy el cerdito. Hay que saber diferenciar el esfuerzo del sacrificio. En ese esfuerzo que yo hacía se estaba yendo mi esencia”, comentó.

“Mi vida había saltado por los aires”

La experiencia vivida le ha servido ahora para cambiar su planteamiento vital. “Tenía que cambiar y me he dado cuenta de que había que cambiar los patrones. Me encontré devastada, rota y me di cuenta de que tenía que modificar mi comportamiento para variar la situación. Mi vida había saltado por los aires. Cuando uno se decepciona tanto, lo normal es que no estés preparada. En gimnasia igual me puntuaban mal y me enfadaba pero en este caso, en mi vida personal, pienso que ni siquiera he sido puntuada. Si me quedaba anclada en los por qué... no avanzaba. No era un maillot hecho a mi medida. Yo me diseñaba los maillot cuando competía pero, en este caso, me equivoqué”, reflexionó.

Profundizando en la experiencia con su ex - marido, Almudena Cid también fue sincera. “Igual idealicé lo que yo creía que era esa relación pero tengo claro que me confundió a mí y a todo mi entorno, fue como una bomba. Como siempre había sido tan fuerte y no solía pedir ayuda a nadie, me quedé un poco sola con una situación delicada y es obvio que no estaba preparada para ello. Es como si preparas una boda y, sin saber por qué, no aparece el novio. Y te quedas ahí con todos los obsequios para los invitados sin repartir”, señaló. “He hecho terapia vigilada porque es algo que siempre ha interesado y tengo que decir que me ha ayudado mucho. Por supuesto, el escribir el libro me ha venido muy bien y lo de hacer teatro también. La gente me dice que saque la ira pero no me sale. Mi única preocupación durante estos meses ha sido recuperarme. He estado con un gorro sucio de maquillaje durante meses y no me he dado cuenta, o con tres chándales en cuatro meses”, explicó.

Almudena considera que esta experiencia ya es historia y que se encuentra recuperada. “Afortunadamente ya puedo hablar del tema notando que estoy bien. Mi familia me observa y me ve en buenas condiciones. La línea de la depresión es tan compleja que hay que tener cuidado porque la puedes pasar. Se me pasaron opciones terribles por la cabeza. Se debe legitimar el dolor del otro”, piensa. Sobre su futuro sentimental también lo tiene claro. “Creo que sí estoy para nuevas relaciones pero ahora mismo la prioridad soy yo y quizás a la otra persona no le daría su lugar. Soy muy honesta. Eso sí, el que quiera vivir conmigo que se haga a la idea de hacerlo en Vitoria, de ir al monte y a pasear, a pasar un poco de frío”. Cuando se le compara con Shakira y Piqué también tiene su versión. “Cada una tiene su forma artística de transitar por estas situaciones, ella canta y yo escribo. Además, pienso que se puede facturar pero también llorar a la vez. Creo que estoy para nuevas relaciones pero necesito no confundirme”, sentenció.