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WATERPOLO | BUDAPEST 2022

Aguirre: “Quiero ser el mejor”

Tras la retirada de López Pinedo, el meta de 19 años asume la portería de una Selección que no se quiere bajar del podio. “Estoy dispuesto a sacrificar cosas, este es mi sueño”, dijo.

Unai Aguirre.
Gorka Leiza

Con 19 años, una edad prohibitiva aún para los porteros de cualquier deporte, Unai Aguirre ya es a todas luces el titular del Atlètic-Barceloneta y de la Selección española de waterpolo. Tocado por una varita, dotado de una personalidad al alcance de pocos y de una envergadura clave en su posición, ha tenido a los mejores maestros (Iñaki Aguilar y Dani López Pinedo) y su historia arranca como la de Jesús Rollán cuando en 1987, a la misma edad, ya agarró la portería del equipo nacional y no la soltó hasta Atenas 2004. El tiempo y el rendimiento marcarán la historia de Aguirre, que no duda antes de su debut en el Mundial ante Canadá (17:30). “Quiero ser el mejor. Quiero ganarlo todo con el club y la Selección y ser el mejor”.

La Selección masculina digirió rápido el mal trago de los últimos cinco minutos de las semifinales de los Juegos ante Serbia. España se convirtió en la favorita al oro en Tokio, al ganar todos los partidos hasta esos fatídicos momentos donde el equipo balcánico, el mejor de los últimos 15 años, le dio la vuelta al partido. “Me sirvió para aprender, vivir la experiencia, ayudar al equipo desde la suplencia, ver el ambiente, notar la tensión…”, explica Aguirre, que está dispuesto a darlo todo por entrar en esa final que se le resiste a España desde 1996. “David dice que hay que estar dispuesto a sacrificar muchas cosas. Yo lo estoy porque este es mi sueño, y quiero aprovecharlo. El sacrificio implica sufrimiento, no salir los jueves con los amigos, dormir, entrenar al cien por cien, comer bien…”.

Al margen de Pinedo y Aguilar (“aprendí mucho y son mis amigos, me daban tranquilidad, eran profesionales”, sintetiza), su padre también ha sido clave en su formación. Roberto Aguirre fue portero de fútbol, incluso su hijo Unai empezó jugando en el Can Vidalet de L’Hospitalet ya que “en mi casa solo hay porteros, es una tradición”. Pero pronto se dio cuenta que donde mejor rendía era en el agua. “Mi padre es nervioso, se pone tenso en los partidos, al borde del ataque del corazón... Es muy joven y eso me ayuda. Le gusta el deporte, el waterpolo y me da consejos de actitud, de cómo estar, de las emociones…”, advierte.

Unai Aguirre.
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Unai Aguirre.GONZALO FUENTES

En Aguirre hay un apasionado de su trabajo y del deporte. Sorprende su actitud curiosa en los partidos, sus gestos, sus ánimos y celebraciones más marcadas de lo habitual. El amor por parar y defender es para el barcelonés “igual que meter un gol. Las defensas se deben celebrar. Es bueno que alguien que está detrás ayude al compañero, les grite, les anime…”. Su eclosión prematura le ha hecho despertar numerosos elogios, pero el portero tiene claro que “los elogios los agradezco, pero son las críticas las que te hacen crecer”.

Con el meta de 19 años en la portería, España persigue quedar primera de grupo. El partido clave será el sábado ante Italia, la actual campeona del mundo, curiosamente verdugo de los de David Martín en Gwangju. Una piedra de toque para una Selección que presenta a un nuevo icono en la portería.