El Barça pone en forma a Fabregas en su tacada de once
Racha de 11 títulos, de los 17 que ha logrado en las 30 participaciones (de 32 ediciones) que ha jugado en la Copa Asobal. Esos son los números globales del Barça que hoy ha derrotado en Zaragoza al Bidasoa (37-29) en la tercera final en cuatro años entre ambos equipos. Como quiera que la victoria se suponía, Ortega plantea estos partidos para preparar la Champions, para recuperar a Fabregas y Frade, dos de sus pivotes, para la Final Four en Colonia, donde van a ser necesarios.
Todo parece indicar que en Colonia el entrenador barcelonista no tendrá que hacer descartes en sus convocatorias, porque el sábado se lesionó N´Guessan en los isquiotibiales, y el francés es sería duda de que esté recuperado antes de dos semanas. Hoy ya no jugó, y en el lateral izquierdo se abre un agujero al Barça: Langaro lleva un año muy irregular, y Ali Zein ha evolucionado a defendesor más que atacante. Plantear dos zurdos juntos en la primera línea ya no tiene sentido de cara a la final de la Champions.
De los tres encuentros en el año contra el Bidasoa este ha sido el tanteador más destacado para los barcelonistas: 26-31 y 31-28 en la Liga, y ahora ocho tantos de margen. Tiene explicación: sin Salinas en el lateral derecho, sin Azkue en la posición de central, y sin Víctor Rodríguez, Cuétara se ve obligado a poner chicos aún del juvenil (Furundarena), o buscar polivalencia (Odriozola), pero es insuficiente.
La oposición que tuvo el Barça no será la misma que se encuentre frente al Kiel, por ejemplo, el equipo que le ganó la final de 2020 con el ataque de siete, con jugadores grandes, con mucho peso de la primera línea, con unos defensas de casi dos metros en el centro del 6-0. Eso no lo ha tenido enfrente, pero sí jugadores pequeños, habilidosos que le crean problemas por su imaginación. Eso sí, los alemanes han perdido a Pekeler (2,03) y a su estrella Sagosen (1,96), con lo cual también se dejan calidad en el equipo titular.
Ahora bien, Ortega va comprobando que mejora Frade (medio año de baja); tiene a Ben Ali como temporero solvente y comprometido que se marcha a finales de junio; y a Fabregas, que se perdió los cuartos de final ante el Flensburg por la operación de apendicitis, y ha regresado después de un mes sin jugar, pero da la impresión que ese descanso obligado le ha refrescado y está más efectivo. Ellos son los pivotes, los que tendrán que sufrir los empellones en los seis metros.
En la final de Zaragoza Ortega sacó a sus dos porteros, Gonzalo Pérez y Leo Maciel: no tuvieron su día, sin protagonismo y por debajo de su aportación habitual. Svensson tiene dos semanas para ponerles en su mejor estado porque en la Final Four no se gana si la portería no está fina.