El Rocasa alza su tercer título europeo con récord de público

No había tenido incidencia en el partido pero Silvia Navarro estaba allí en el último lanzamiento del Málaga, el tiro que de entrar daba al título a las locales; lo rechazó la valenciana, el rebote fue a las manos de una compañera y se acabó: 29-25, para un total de 46-46, que se decide en favor de las canarias por aquello de valor doble de los goles fuera de casa en caso de empate (21-17 en Telde).

En tres semanas se han repartido tres títulos femeninos entre otros tantos equipos: la Copa de la Reina para el Málaga, la Liga para el Bera Bera, y la Copa de Europa de la EHF para el Rocasa; en el inicio de la temporada el Elche ganó la Supercopa. Nadie repite lo que significa que el año ha sido equilibrado y competido.

Otros detalles: se jugó en el Martín Carpena de Málaga, y entraron 7.200 espectadores, rércord femenino en España que nunca había pasado de 5.000. Es decir, el Málaga preparó con mimo el partido de vuelta, tiró de su afición, tuvo una respuesta tremenda, y un detalle le deja sin título, el que defendía tras ganarlo el año anterior,

El partido fue tenso y lleno de nervios, pero cada equipo los superó en momentos diferentes. De entrada se encalló el Rocasa, que no daba con la manera de controlar a la brasileña Medeiros: cada vez que basculaba su defensa la extremo castiagaba como primera opción local. 11 goles sin fallo, pero en el último cuarto, agotada, falló tres tantos de manera seguida.

Con Madeiros de estilete el Málaga se escapó, llegó a tener seis tantos de renta, y se fue al descanso con 16-11 y la sensación de superioridad. Pero a la vuelta surgieron Maria Gómes y Sanya Mbanye, que obligó al Málaga a mandar una misxa sobre ella. A diez minutos para el final 22-21 y parecía el Málaga se hundía.

Ahora Silvia Arderíus tomó dos decisiones: o ella o la pivote; y asi fue. Tantos de la madrileña o asistencias a Campligi para colocarse en la renta decisiva, y tuvo los 5 tantos de diferencia antes de que Alba Spugnini agarrase un balón imposible e hiciese de 29-25, porque con nueve segundos la acción rápida local la rechazó Silvia (43 años), para emocionarse como una juvenil en este tercer título continental que consigue con el Rocasa, los tres que ha ganado el club, y con su compañera Mizuke Hosoe haciendo historia para su país: la primera japonesa que se corona en Europa.