La plantilla del Tenerife se ve obligada a un paro forzoso
Lleva varios meses sin cobrar, ocho jugadoras han abandonado el equipo, esta semana ha dimitido el entrenador, pero no ha denunciado su situación
En la recta final de la Liga Iberdrola, con el Bera Bera recién proclamado campeón, la plantilla del Salud Tenerife se ha declarado en un paro obligado en una situación insostenible: varios meses sin cobrar, jugadoras que han sido lanzadas de sus domicilios por el impago de la renta por parte del club, la salida constante de jugadoras de la entidad (al menos ocho, aunque el club conserve en activo la licencia de alguna de ellas), desde el lunes han decido no volver a los entrenamientos.
La semana pasada la plantilla recibió una llamada del club: "en el partido ante el Elche, traigan su propia comida; el club no se la puede pagar". Quizá por eso, este lunes ha dimitido el entrenador: Óscar Pacheco, en el que confiaban las jugadoras para solucionar algo de sus problemas.
Además, tanto la plantilla actual como las jugadoras que han salido del club en esta temporada, han declinado hacer declaraciones públicas porque aseguran que "tienen miedo". Las que aún siguen, porque aspiran a que se las paguen las nóminas que las deben; las que ya no están, porque tienen deudas pendientes del club del presidente Javier Doblado.
Los contratos de las jugadoras oscilan desde los más bajos, de 900 más casa, a los que rozan los 1.600 euros, y aunque la mayoría del grupo esta formado por estudiantes, todo vive del balonmano con lo cual tras más de medio año sin cobrar, se encuentra al límite.
Lo que llama la atenció es que el Tenerife ha utilizado ya a 29 jugadoras, sin grandes problemas para encontrar sustituciones de españolas y extranjeras, y tampoco han recurrido a la Federación Española, responsable de la competición, para denunciar la situación. A tres jornadas del final de la temporada, con el equipo descendido, ellas aún esperan a que se soluciones la situación.