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FÚTBOL SALA | CHAMPIONS LEAGUE

El Barça repite final tras batir al Benfica en un histórico partido

Los azulgrana fueron los grandes dominadores de la semifinal, pero tuvieron que rematar el triunfo con un agónico tanto de Adolfo en la prórroga.

Actualizado a
El Barça celebra su pase a la final de Champions en Riga.
@FCBfutbolsala

El Arena Riga ha sido el escenario del que probablemente haya sido el partido más increíble de la historia de la Champions de fútbol sala. Y con total justicia, a pesar de que a veces luchó contra sus propios errores, el arbitraje y la mala suerte, el Barça se llevó el pase a la final del torneo continental ante un Benfica al que dominó en todas las facetas del juego, pero al que sólo pudo doblegar en la prórroga (4-5) con un milagroso gol de Adolfo a 18 segundos de llegar a los penaltis.

Parece mentira que tras más de 80 disparos (30 de ellos a puerta) y siete balones a los postes, el conjunto de Jesús Velasco pasase un verdadero calvario para sellar la victoria. La fortuna se alió desde el primer momento con un Benfica que a los 41 segundos del pitido inicial abrió la lata con un dudoso penalti de Dídac que transformó Tayebi. A partir de ahí, el vendaval de juego ofensivo del Barça quedó en nada, principalmente, por una actuación prodigiosa de Andre Sousa bajo palos. Sacó balones de todos los colores a Adolfo, Ferrao y Dyego (curiosamente, tres de los grandes artífices de la posterior remontada) mientras Vinicius y Afonso ponían el 0-3 antes del descanso en sendos contraataques. Ese último tanto, especialmente doloroso, ya que fue precedido por un remate de Marcenio al poste que originó la posterior transición ofensiva de los portugueses.

Todo era una serie de catástroficas desdichas para el Barça, pero el thriller dio un giro de guión radical en el segundo tiempo. Con 21" transcurridos, Matheus marcaba a la media vuelta después de que el balón tocara el palo y la espalda de Sousa para acabar mansamente en la red. La suerte empezaba a cambiar... En el 31' la remontada ya parecía posible cuando el mejor jugador del planeta, Ferrao, firmó una genialidad digna de su calidad: taconazo de espaldas ajustado al poste para hacer el 2-3. A cinco minutos de cumplirse el tiempo reglamentario apareció Dyego, un auténtico dolor de muelas para los portugueses, con un disparo cruzado cuya trayectoria desvió Pito para hacer el empate. El Arena Riga se venía abajo...

La locura

La segunda mitad, después de balones al palo de Marcenio, Dídac, Sergio Lozano (doble penalti que debió repetirse porque Sousa se adelantó) y Ferrao, se saldó con un intercambio de goles de Dyego y Chiskala que mandó la semifinal a la prórroga. Nadie arriesgó con portero-jugador en el tiempo extra con el marcador igualado, pero el Barça lo intento con corazón y una fe desbordantes que tuvieron recompensa. Y tuvo que ser Adolfo, colomense e internacional por España, quien certificase la remontada a 18 segundos del la conclusión. El Barça reeditará la final del año pasado ante el Sporting, con quien cayó tras marcharse al descanso con ventaja, en busca de su cuarto título continental. Ganas de revancha...