Patera frena a Molina

Samuel Molina tiene 23 años, mucha valentía... y futuro. Este sábado, en Bélgica, lo volvió a demostrar. El malagueño no dudó ni un instante en aceptar un órdago de altura. Recibió la llamada del cinco veces campeón de Europa Francesco Patera. El belga le ofreció un combate, con el WBO Global del ligero en liza, en su casa, y Samuel fue. El español batalló, dio la cara... pero acabó cediendo en las cartulinas. Decisión mayoritaria (95-95, 96-94 y 97-93) para el local. Pesó el lugar del combate, quizá faltó algo de continuidad por el lado del español... lo que está claro es que Samuel tiene un gran futuro. Los grandes combates volverán a llamar a su puerta.

El pleito fue muy igualado. La mayoría de los rounds fueron muy parejos, algo que peleando fuera y contra la estrella local siempre hace que los jueces se decanten por el oponente. Patera no destaca por su pegada, pero sí lo hace por su ritmo. Lo intentó imponer y tomó el centro del ring, pero Samuel supo boxear bien hacia atrás y contragolpear con dureza. Además, también trabajó abajo con cabeza: quería mermarle el físico. El riesgo que corría Molina era alto, ya que permitió al belga conectar también golpes claros al rostro. Con el pleito igualado, el español vio recompensado su trabajo y en los dos últimos rounds Patera perdió piernas. Samuel fue con todo, quizá en terreno neutral la victoria hubiese llegado. Puede irse orgulloso y con certeza: su futuro es real. Sus dos derrotas han llegado saliendo fuera de casa ante dos grandes rivales. Pleitos que debía hacer. El futuro es suyo, y el miedo no está en su vocabulario. Nada más caer fue claro ante la televisión local: "Creo que lo justo sería una revancha".