Volkanovski se refuerza, Sterling se reivindica y Chimaev aprueba el examen del UFC 273
Alexander Volkanovski retuvo el título del pluma ante Korean Zombie en el UFC 273. Sterling retuvo el del gallo y Chimaev pasó el examen ante Burns.
Alexander Volkanovski es un campeón sin fisuras. Algunos críticos no lo creían tras sus dos triunfos frente a Holloway. Frente a Ortega despejó dudas y si quedaba alguna, este sábado en el UFC 273 acabó de hacerlo. El australiano, de 33 años, fue muy superior a 'The Korean Zombie', quien parecía estar jugando en otra liga. El coreano no tiene su apodo por casualidad y aguantó una paliza muy grande. El árbitro paró la pelea en el cuarto asalto y pudo hacerlo al final del tercero, el castigo y la diferencia era clara. Ahora, lo lógico sería recuperar la trilogía contra Holloway que no se dio hace un mes por la lesión del hawaiano. El campeón no se mojó: "Que luchen entre ellos y salga un nuevo número uno", espetó. Para él ahora es tiempo de disfrutar.
El combate solo tuvo una velocidad, la que Volkanovski quiso. Era muy superior. Lo empezó manifestando con sus patadas. Atacaba las piernas de Korean Zombie a su antojo. Lo mismo que pasaba con el jab. Tras un primera asalto mas de tanteo, desde el segundo el aspirante empezó a llevarse golpes muy duros. En el segundo estuvo tocado, en el tercero el asiático tuvo piernas de trapo... y en el cuarto, tras recibir una derecha durísima, el árbitro puso fin a la paliza. Korean Zombie es así, pero lo de esta noche era demasiado. Timing, velocidad... la diferencia era abismal.
Sterling, campeón legítimo
La polémica se acabó: Aljamain Sterling es un campeón legítimo en la UFC. Otra cosa es que sea querido. El estadounidense retuvo el cinturón del gallo al derrotar, por decisión dividida (48-47, 47-48 y 48-47) a Petr Yan y luego comprobó que su rival tiene más apoyo. Es lógico, su método puede que no guste a todos. Sterling se puso a correr en el primer asalto, sin miedo alguno. En el segundo, tras repetir el plan logró llevar al piso a Yan y ahí le ganó la espalda. Fueron momentos críticos para el ruso, pero nunca se puso nervioso y supo resistir.
El guión se repitió en el tercer round y en el cuarto. En ese penúltimo acto, Yan logró acabar encima en el suelo y cambió un poco la dinámica. Todo debía decidirse en el asalto final. Fue cerrado, hubo menos suelo y la sensación era que Yan hizo más... pero los jueces se decantaron por el campeón. ¿Hizo lo suficiente siendo el retador? Quizá los tiros vayan por ahí. Petr Yan se quedó con cara de póker al acabar y fue claro: quiere la revancha de la revancha. Habrá que ver cómo juega sus cartas la UFC, porque lo que tiene claro es que su campeón del gallo no gusta, y eso es un debe muy importante.
Chimaev pasa el examen
Khamzat Chimaev es humano. Esa es la principal lectura que podemos sacar de su combate contra Gilbert Burns. La promesa había llegado a su undécimo combate sin pasar apuros. Le esperaba un hueso complicado y se dio cuenta. Chimaev empezó bien, pero el brasileño nunca perdió la cara al combate y ahí llegaron los problemas. En el suelo no llegaba a dominar y se dedicó a cruzar. Ahí encajó manos que le hicieron daño. Acabó el segundo asalto pidiendo la hora tras una mano que se comió a falta de cinco segundos. Si que es cierto que tuvo a Burns al borde del KO varias veces, pero por primera ocasión en su carrera no logró finalizar (ganó por triple 29-28). Hay madera de campeón, pero hay que tallarla un poco más. A la promesa todavía le queda camino por recorrer.