El Barça alcanza de manera directa para los cuartos de final

Tenía que ganar para alcanzar los cuartos de final de la Champions, saltándose la eliminatoria de octavos, y lo hizo sin excesiva dificultad ante el Flensburg alemán; 29-22 (15-11). Tampoco los visitantes tenían mucha intención de competir hasta la última gotra de sudor; tal vez, por las circunstancias, que nos les iba nada en el envite, concedieron un partido de guante blanco, que agradecieron los jugadores, sin duda. Su paso es como segundo del grupo, empatado a puntos con el Kielce, primero; pero carece de relevancia práctica.

 Cuando tienes enfrente enfrente un portero (Gonzalo Pérez) que supera el 40 por ciento (19 paradas), más los tiros que van fuera, te queda poco por hacer. Buena defensa y ataque y mejor portería fueron los argumentos del Barça ante un rival en el que Gottfridson no fue el aguerrido luchador de Suecia en el Europeo. Wanne, futuro azulgrana, brilló en la primera mitad en competencia con Gómez; desapareció en la segunda parte y lo notó su equipo.

Carlos Ortega jugó con toda su plantilla, e hizo debutar a Pablo Urdangarin en la Champions (su padre ha ganado seis): disfrutó de casi cuatro minutos en la pista, pero sus compañeros no le vieron, hasta el punto de que ni siquiera una sóla vz tocó el balón. Es su paso en su carrera delante de su madre Cristina, que estaba en el Palau, sin coincidir con Iñaki para evitar las fotos maliciosas.