El Barça sufre para ganar el derbi ante el peleón Granollers

Siempre que llega un derbi se espera todo del Granolleres, que plante cara, que no se rinda, que compita, porque en estos tiempos y con el Barça avisado precisamente por el cuadro vallesano, es muy difícil que se pueda sorprender a los barcelonistas, que además este partido lo habían preparado con mimo para celebrar el cincuenteranio del Palau, una fiesta a la vez que una petición de parar la guerra en Ucrania. Sí, ganó el Barça; pero sí, fue un derbi con todas las de la ley con un 37-33 por la sencilla razón de que el campeón tiene más jugadores y ese fondo le permitió sumar una nueva viictoria.

Entre la primera linea (los internacionales Chema Márquez, Pol Varela, y Antonio García), y el pivote (Salina), el Granollers fue capaz de poner en apuros al Barçá, en recuperarse en la primera parte, en darle la vuelta al marrcador, aunque se fue al descanso con un gol de desventaja, y dando muestras de la imposibilidad de mantener ese ritmo media hora más.

La réplica a los internacionales del Granollers vino de la mano del mejor extremo zurdo del pasado Europeo, por Áleix Gómez en el bando azulgrana (10 goles de 13 lanzamientos), máximo goleador del partido y como siempre, el que se sale del guión en los partidos más imposibles. Fue decisivo para el triunfo del cuadro de Ortega, que necesitó meterse en un 5-1 porque su 6-0 hacía aguas.

A los 40 minutos el Barça podía cantar victorias, con un 27-20, con Domen Makuc aportando su mejores minutos de la temporada. Y ahí surgió el amor propio de los jugadores de Antonio Rama, que no bajaron los brazos, y para bien el espectáculo recuperaron un poco las diferencias: 37-33.