Carlos Molina y su equipo se quedan refugiados en Kiev
El Motor fue desviado a la capital ucraniana cuando regresaba de Polonia, y allí "oímos la bombas que caían en otra zonas" dice el español
Dos días antes del ataque ruso a Ucrania el internacional español Carlos Molina contaba que él era optimista, y que pensaba que al final no pasaría nada con Rusia. Por eso lo que ocurrió en la pasada madrugada le sorprendió a Carlos y a su equipo, el Motor, de regreso a casa tras jugar en Polonia un partido de Champions con el Kielce. Por unas horas el equipo pudo salir en su chárter antes de que se cerrase totalmente el espacio aéreo, "y nos desviasen a Kiev, donde se quedó ya todo el equipo, al no poder reanudarse el viaje", aseguraba Carlos.
En la capital ucraniana, de madrugada, el Motor buscó hotel para toda la plantilla desplazada a Polonia "y tras dos horas caminando con las bolsas de deporte ya pudimos alojarnos", asegura Molina, que en también comentaba que desde allí "se oían las bombas que caían en un aeropuerto cercano, posiblemente el objetivo de los rusos".
En unas declaraciones a TVE, Molina sostenía que no sabe qué va a ocurrir "a partir de ahora, porque el club ofrece a los extranjeros del equipo la posibilidad de viajar en tren a Polonia", para jugar con el Barça y el PSG en la próxima semana, pero a la vez sospecha que sujs compañeros ucranianos del equipo "jóvenes y fuertes" podrìan ser alistados para defender el país.