España no pudo aprovechar su primera oportunidad para certificar el billete de semifinales tras caer ante Noruega el pasado domingo, poniendo fin a una racha de 17 partidos sin perder en la historia del torneo, más que nadie (y con dos títulos incluidos en ese listado). Sin embargo, la marcha triunfal de los Hispanos (que ayer celebraron el 32º cumpleaños del meta Rodrigo Corrales) en Eslovaquia hasta el día de Noruega hace que tengan una segunda oportunidad de sellar su pase a la lucha por las medallas, y también dependiendo de ellos mismos.

El Polonia-España, a las 15:30, y el Noruega-Suecia, a las 20.30, decidirán los dos que pasan a la siguiente ronda. Solo España, Noruega y Suecia tienen opciones (las tres suman seis puntos), mientras que el resto de rivales de dicho grupo, el 2, están ya apeadas. “Es como si fuera un partido de cuartos de final”, decía Joan Cañellas, todavía confinado tras dar positivo, desde su habitación de Eslovaquia. Un punto necesita España para hacer las maletas rumbo a Hungría, donde se decidirá la fase final, o esperar al partido nocturno en caso de caer ante Polonia.

“Antes de empezar la competición a todos nos hubiera gustado llegar a este punto”, dijo ayer el seleccionador, Jordi Ribera, sobre el duelo de hoy frente a una Polonia muy mermada por el coronavirus durante esta segunda fase. "Les gusta correr y en defensa su físico les permite cerrarse y buscar contactos. Nuestro fuerte tiene que seguir siendo la actividad defensiva, ahí es dónde nos tenemos que sentir seguros, arropando al portero y saliendo al contraataque", añadió Ribera. "Van a pelear hasta el final aunque no tengan nada que jugarse, eso debemos tenerlo claro", destaca Sánchez-Migallón, el único de los Hispanos que actualmente milita en la Liga polaca (Kielce de Talant Dujshebaev). España, a hacer los deberes para no depender de otros. Motivos para confiar en ellos hay de sobra vista la trayectoria en el torneo. 60 minutos para conseguir el billete.