Las historias inolvidables de Tokio 2020
En los Juegos marcados por la COVID-19, celebrados en año impar por primera vez en la historia, se vivieron momentos emocionantes, donde no solo afloró la grandeza del deporte sino la sensibilidad de unos deportistas que hicieron lo imposible para seguir entrenando y estar en Japón. Récords, oros históricos, episodios de solidaridad y también de frustración o de debilidad. Porque los Juegos no solo muestran la fuerza del ser humano, también sus miedos. Y en Tokio se mezclaron ambas historias inolvidables.

Biles y la mente
Simone Biles, que aspiraba a ganar seis oros en Tokio, sorprendió con su retirada en la prueba de equipos el segundo día. Aludió que no se sentía preparada mentalmente, poniendo encima de la mesa la presión y la exigencia a la que se ven sometidos los deportistas. Ganó un bronce.

Dressel, el Bolt del agua
Caeleb Dressel será recordado por su gran obra en Tokio. El estadounidense ganó cinco oros en las seis pruebas que nadó (50, 100 libre, 100 mariposa, 4x100 estilos y 4x100 libre) y obtuvo un récord mundial en los 100 mariposa (49.45).

La emperatriz de Japón
La talaverana Sandra Sánchez ganó el oro en katas en el templo del karate, el Bundokan, ante Kiyou Shimizu, la gran estrella local. El imposible lo logró ella en un deporte que saldrá del programa olímpico para los Juegos de París 2024.

Una Comaneci de 14 años
Como la gimnasia rumana Nadia Comaneci en Montreal 1976, la china de 14 años Hongchan Quan pasará a la historia en Tokio por recibir la mejor puntuación en los 10 metros plataforma de saltos. Consiguió dos ‘perfect ten’ y en total logró 24 dieces de los 35 que otorgan los jueces.

La primera transexual
Laurel Hubbard, que antes se llamaba Gavin, se convirtió en la primera transexual en competir en unos Juegos. La neozelandesa participó en la prueba femenina de +87 kilógramos pero no logró realizar un levantamiento exitoso y quedó eliminada.

El oro más olímpico
En la final de salto de altura se produjo una de las imágenes de los Juegos. El qatarí Mutaz Essa Barshim y el italiano Gianmarco Tambero decidieron compartir la medalla de oro y se fundieron en un emotivo abrazo. Ambos había saltador el listón en 2,37m y fallaron sus intentos en 2,39m.

Los rayos de Noruega
El atletismo escandinavo se consagró en el Estadio Nacional de Tokio. El noruego Karsten Warholm, de 25 años, pulverizó el récord mundial en 76 centésimas de los 400 vallas: 45.94. Una plusmarca futurista. En los 1.500 el noruego Jakob Ingebrigsten también se colgó el oro.

Un oro a los 13 años
Momiji Nishiya ha pasado de jugar al skate en las calles de Osaka a ser campeona olímpica de ‘skatepark’, una de las dos modalidades en los Juegos de Tokio. La deportista refleja la nueva apuesta del COI por deportes para conectar al público juvenil. En París habrá nuevos.

La frustración de Djokovic
El tenista serbio, que aspiraba a ganar el Golden Slam, perdió los papeles en el partido por el bronce ante Pablo Carreño. Estrelló la raqueta contra el soportre de la red y la destrozó. Posteriormente decidió no competir en la prueba de dobles mixtos junto a su compañera Nina Stojanovic.

Pau Gasol, el adiós de un mito
Ante Estados Unidos, en cuartos de final, sí ante el rival, pero no de la forma deseada, Pau Gasol puso punto final a su carrera en la Selección. Al día siguiente fue nombrado miembro de la Comisión de Atletas del COI. Gasol deja atrás una carrera de 22 años en la Selección.

McKeon, siete medallas de récord
En los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952, Mariya Gorokhovskaya, de la Unión Soviética, estableció un récord al ganar siete medallas en la competición de gimnasia artística. La nadadora australiana la igualó (50, 100 libre, 100 mariposa, 4x100 libre, estilos, 4x200 libre y 4x100 estilos mixtos).

Felix supera a Lewis
La estadounidense Allison Felix se convirtió en la atleta estadounidense con más medallas. Quedó atrás Carl Lewis. En Japón, la velocista ganó dos más y suma 11. La primera de ellas la consiguió 17 años antes en los Juegos de Atenas de 2004.

Chusovitina, de 1992 a 2021
Otra despedida que se vivió en los Juegos fue la de la gimnasta uzbeka Oksana Chusovitina, quien a sus 46 años y después de ocho Juegos se retiró. La que fuera oro en Barcelona en 1992 con el Equipo Unificado se llevó de Tokio la gran ovación y el reconocimiento de su deporte.