Nicholas Santos ante la ciencia: oro mundial a los 41 años
El brasileño, cuyo primer Mundial fue el de Fukuoka en 2001, fue el más rápido en los 50 mariposa y se convirtió en el campeón mundial de más edad en Abu Dabi.
Tiene 41 años, en febrero cumple 42, pero sigue abonado a los podios internacionales, pulverizando récords de longevidad. El brasileño Nicholas Santos se ha convertido en campeón del mundo de 50 mariposa con una marca de 21.93, lo que le convierte en el medallista de oro de más edad en piscina corta gracias a su actuación en este Mundial de Abi Dabi que consume su penúltima jornada. Cuando Santos empezó a competir, en el Mundial de Fukuoka de 2001, sus rivales sí habían nacido pero no sabían nadar.
El brasileño tiene dominada esta prueba, con las mejores marcas de la historia, y lideró la carrera de principio a fin, seguido por Dylan Carter (21.98), el intrépido nadador de Trinidad y Tobago que se entrena en Estados Unidos, y el italiano Matteo Rivolta, que sigue sumando medallas (22.08). Una final que abrió boca a una jornada emocionante, quizás la más audaz de estos Mundiales de natación, con récords del mundo, europeos y grandes participaciones, como las que se produjeron en los 400 estilos masculinos.
Si bien los honores se lo lleva el japonés Daiya Seto, quien por quinta vez ha inscrito su nombre como ganador de la prueba, idéntico que en los 200 estilos, el ruso Ilia Borodin de 18 años se postuló como su digno sucesor con un final veloz, animal, que puso en jaque la victoria de Seto. Mejor en la mariposa y en la espalda, el japonés decidió darlo todo y fiar su victoria a la ventaja en el último estilo, el libre. Pero el ruso se acercó a los 3:56.26 de Seto.
Le quitó más de dos segundos en 100 metros, más que nadando saltando en el agua, con una longitud de brazo que lo convertía en un auténtico tiburón. Se quedó a solo dos décimas del oro (3:56.48). Le dio tanta rabia, lo vio tan cerca, que se lamentó con goles en el agua cuando en el marcador señalaba que el joven ruso había pulverizado el récord mundial júnior y el absoluto europeo que estaba en poder del legendario ya Laszlo Cseh desde 2009. El estadounidense Carsoon Foster completó el podio (3:57.99).
Al margen de esas dos finales simbólicas, Canadá siguió demostrando su crecimiento. Los releves, en los que España no ha presentado equipos, son la prueba del algodón para conocer la natación de los países. Y Canadá se impuso en el 4x200 libre femeninos, sin dos de sus mejores nadadores, a solo una décima del récord mundial (7:32.96), por delante de Estados Unidos y China.
Anteriormente, en los 50 espalda, Margaret McNeil reventó el récord mundial (25.27). Le acompañó en el podio su compatriota Kilye Masse (25.62) y la sueca Louisse Hansson (25.86). También sonó el himno de Canadá en los 200 estilos con la victoria de Sydney Pickrem (2:04.29). La joven china Yiting Yu, de 16 años, batió el récord mundial júnior y se colgó la plata (2:04.48) mientras que Kate Douglas, la estadodounidense, fue tercera (2:04.68).
De nuevo una nadadora china, Qianting Tang, se adjudicó los 100 braza con un tiempo de 1:03.47, récord asiático, por delante de la sueca Sophie Hansson (1:03.50) y la irlandesa Mona Mc Sharry (1:03.92). En los relevos 4x50 estilos masculinos el triunfo fue para Rusia, con récord de los Campeonatos incluidos (1:30.51), y para Estados Unidos, que hizo el mismo cronómetro. No hubo plata y sí bronce, que se lo llevó Italia (1:30.78).