Carlsen pone la puntilla
El noruego conquista la octava partida del Mundial y suma su segunda victoria para dejar encarrilada su defensa del título ante Nepomniachtchi.
El noruego Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez, dejó prácticamente sentenciado el encuentro de Dubai contra el aspirante ruso Ian Nepomniachtchi al infligirle una nueva derrota en la octava partida que abre una brecha casi decisiva en el marcador, ahora 5-3 favorable al defensor del título.
La derrota del viernes en la histórica sexta partida del Mundial, la más larga de todos los tiempos en un duelo con el título mundial en juego (136 movimientos y casi ocho horas de juego) tuvo efectos devastadores en el ánimo de Nepo, que a diferencia de aquel extenuante combate, esta vez quedó prácticamente perdido en la apertura.
Cumplido el ecuador del encuentro (al mejor de 14 partidas) con un punto de ventaja para el campeón, el aspirante se enfrentaba este domingo a una situación muy comprometida: volver a jugar con negras después del desastre de la séptima con los mismos trebejos.
Una nueva victoria de Carlsen dejaría prácticamente sentenciado el encuentro, de ahí que Nepo asumiera una enorme responsabilidad en esta partida dominical antes del tercer descanso, y la carga le resultó demasiado pesada porque su nivel de juego fue muy inferior al que exhibió en la primera mitad del "match".
El primer movimiento de la partida lo ejecutó, a modo de saque de honor, el español Michel Salgado, director de una academia futbolística en Emiratos y exjugador del Real Madrid, el equipo favorito del noruego, que abrió con peón de rey.
El ruso replicó con la variante simétrica de la defensa Petrov que ofrecía sobre el tablero una una curiosa posición exactamente igual enambos lados del tablero después de 8 movimientos.
Carlsen optaba por una línea tranquila, sin correr demasiados riesgos y poco usada en la práctica magistral. Los cuatro caballos desaparecieron del tablero y ambos bandos quedaron con dama, dos torres, la pareja de alfiles y siete peones, antes del décimo movimiento.
La aparente igualdad que reflejaba la exacta simetría escondía una ventaja blanca, corroborada por los 17 minutos que tardó el ruso antesde jugar 9...h5, una novedad y justamente la respuesta recomendada por el módulo Stockfish.
Ahora fue Carlsen quien se sumió en larga meditación (41 minutos) antes de dar jaque al rey negro con 10-De1+. El noruego lo había previstocasi todo en ese lapso. Se aseguró una larga iniciativa condenando a su rival a un juego pasivo y fue presionando poco a poco las debilidades negras en una situación de las que a él le gustan.
Después de sólo 15 jugadas, parecía claro que la victoria sólo estaba al alcance de las blancas, que controlaban la columna E con dama y torre. Antes del movimiento 25 el combate estaba visto para sentencia. Carlsen ganó un peón y, en una estructura de juego muy favorable, simplificó la posición para asegurarse un nuevo triunfo, aunque el ruso prolongara su agonía hasta la jugada 46.
En un final de damas con dos peones de ventaja, el remate fue muy fácil para un jugador considerado entre los tres mejores de la historia y tal vez el número uno en los finales de partida.
A falta de seis partidas, Carlsen necesita todavía 2,5 puntos más para retener su corona, pero nadie duda ya de su victoria final ante un Nepo que tiene a sus espaldas acreditada fama de hundirse tras sus derrotas.
Este lunes es día de descanso en el Mundial, y el martes, en la novena, Nepomniachtchi tendrá la iniciativa de las piezas blancas y la necesidad imperiosa de alcanzar una victoria para volver a meterse en la competición.